domingo, 7 de abril de 2013 (Hace más de 2 semanas)
     
  Pescador de lubinas en San Xurxo, Ferrol  
  Pescador de lubinas en San Xurxo, Ferrol  

Al anochecer, las lubinas entran en la playa a la búsqueda de presas en poca profundidad. El surfcasting (al menos el que practica el tipo de la foto, hay diversas modalidades/variantes) consiste en lanzar desde la playa con una caña larga y al mismo tiempo que se recorre andando la orilla se va arrastrando y recogiendo la linea tratando en esta recogida de imitar con el señuelo artificial el movimiento de los peces-presa que las lubinas están persiguiendo. Es, obviamente, una pesca deportiva: requiere cultura para conocer las costumbres del animal, conocimientos del terreno y de la costa en la que te encuentras, destreza para mover la linea para atraer y no asustar a los animales, experiencia para seleccionar el señuelo adecuado a la hora, la época del año, la especie, etc… nobleza para pescar un pez mediante la técnica infinitamente más difícil de engaño visual (cebo artificial) frente a la ridículamente fácil del reclamo olfativo (cebo vivo) y deportividad para seleccionar las piezas que capturan y que se devuelven al mar.

Luego está la pesca caza que practica el otro 99% restante y que consiste en amarrar una sardina tirarla al agua y esperar que pase algún animal hambriento mientras llenamos las rocas de mierda.

Independientemente de que te guste o no la pesca, como para casi todo también para la pesca hubo clases.

martes, 12 de marzo de 2013 (Hace más de 1 mes)

Tijeretas es el nombre local con que también se denomina a los Rabihorcados ó Fragata (Fregata magnificens), un ave común en Galápagos y a una pequeña cala en la isla de San Cristóbal, a la que se llega dando un agradable paseo de apenas una hora y donde me estrené en Galápagos y en más sentidos de los que hubiera deseado.
Tuve un accidente en la rompiente que a poco me manda a terminar de estrenar ecuador desde el hospital. Afortunadamente solo quedó en un susto del que solo me traje cicatrices repartidas por el cuerpo y un escarmiento, no te fíes de la rompiente.
Os lo cuento para que os riais, con un consejo: no haced jamás lo que cuento.

Las tijeretas es una ensenada de rocas, redonda y abierta al mar y con un pequeño muelle al que con un par de escalones se accede fácilmente al agua. Hay un pequeño acantilado donde se posan y anidan las fragatas, y en toda la cala es posible bañarse con algunos pocos lobos marinos y tortugas verdes.
En el vídeo no aparecen las tortugas ya que llegaron al poco de salirnos nosotros (3 ó 4 creo que llegamos a contar desde arriba del acantilado). Sí que pudimos bañarnos con uno de los lobos marinos que se acercó a nosotros a curioseando y casi diría que presumiendo de las fabulosas habilidades que tienen bajo el agua. Hay incluso alguna imitación de foca (más o menos afortunada) que quedó registrada en el vídeo.

En el interior de la cala es posible ver multitud de pececillos y cardúmenes. Al haber poca profundidad los bancos de alevines entran buscando refugio y tras ellos llegan otros peces mayores y aves marinas como los pelícanos. A estos últimos estaba tratando de fotografiar cuando tuve el accidente.

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martes, 29 de enero de 2013 (Hace 91 dias)

Como ya ha contado Alberto estuvimos viajando por las islas Galápagos, pero antes de empezar a patear las islas por tierra estuvimos una semana de crucero de buceo (vida a bordo) por las islas mas importantes (desde el punto de vista submarino) mas inaccesibles (desde el punto de vista terrestre) que mas fama le han dado a la calidad del buceo en Galápagos, según muchos veteranos uno de los mejores del mundo.

     
  Llegando a Darwin  
  Llegando a Darwin  

El crucero empezó en Puerto Vaquerizo donde nos recogió el barco Galápagos Sky. Allí mismo, en aguas de San Cristóbal, hicimos el checking (comprobación de destreza/habilidad de los buceadores por parte del equipo de tripulación y estimación de la cantidad de plomo necesario: fuera de Europa casi todo el mundo usa las mucho más ligeras botellas de aluminio de 12Kg por lo que hay que aumentar considerablemente el lastre de plomos en el cinturón). Sigue leyendo…

martes, 15 de enero de 2013 (Hace 105 dias)

Como ya alguno habrá notado por mis últimos tweets los pasados reyes majos se portaron bien conmigo y desde primeros de mes ando estrenando mi flamante nuevo HTC Wildfire S.

Alguno dirá “pues ya era hora!” y con toda la razón, y es que personalmente el tema móviles y todo el boom más reciente de los smartphone simplemente pues me dejaba frio. Y mira que me gusta andar trajinando con chismes y buscando la manera de que al tirar de la cadena un dispositivo fotografíe a los gorriones que se espantan del comedero por culpa del ruido del agua de la cisterna… pero con mi cacharro anterior al que le he hecho todas las perrerías habidas y por haber me bastaba y me sobraba.

Pero claro, llega el SO Android encabezado por Google y la tentación de llevar un mini-Linux en el bolsillo es muy tentadora y para rematar la tentación un oferta navideña HTC Wildfire S: 145€, esto empieza a ser un precio razonablemente adsequible (siempre hablando de dispositivos libres. Funciono con tarjeta prepago y mi consumo ronda los 5-10 € cada 2 meses. No he encontrado una tarifa que reduzca ese consumo)

La verdad es que el cacharro es fantástico. Todavía estoy alucinando con la efectividad del reconocimiento de voz, los 3 mts precisión del gps, la calidad de los 5Mg y su postproducción fotográfica, la grabación de vídeo, los sensores de movimiento y aceleración, las conexiones wifi-bluetooth-3G, grabación de audio, reproducción de vídeo/mp3, etc… en fin, todo un mundo nuevo, incluido el de la batería 24h de recarga diaria, todo un mundo.

En estos días he estado probando aplicaciones de todo tipo. Gracias (una vez más) a la libertad y código abierto que ofrecen los SO Linux las posibilidades son extensísimas: más de 700.000 aplicaciones listas para descargar y subiendo, de las cuales el 75% son gratuitas. Obviamente hay de todo lo que te puedas imaginar.
Desde una recientísima versión tributo a un viejísimo juego como Deep Scan a cargo de nuestro lider local de desarrollo Java Sr. XX-Terror, a las famosas hasta el hartazgo WhatApps o TweckDeck

     
  Bajando de noche por la rambla  
  Bajando de noche por la rambla  

Iré probando de todo y seguro dejando por algún comentario por aquí, pero sin duda una de las aplicaciones estrella y que instalé pocas horas después de tener el teléfono se puede ver indirectamente reflejada en la fotografía de arriba (Y directamente reflejada en la foto también la segunda).
Sky Maps es una pequeña aplicación desarrollada y liberada por Google que nos permite reconocer de un plumazo las principales estrellas, nebulosas y constelaciones del firmamento, pero haciendolo tan fácil que resulta un encanto: basta con iniciar la aplicación y dirigir hacia el cielo el teléfono, hacia la zona que queremos examinar/identificar, el programa detecta via GPS nuestra posición y gracias a los sensores y niveles del dispositivo también la orientación/inclinación hacia la que apuntamos el teléfono mostrando en pantalla los nombres y figuras de las constelaciones que tenemos detrás del aparato. Es impresionante lo sencillo y bien que funciona. Apenas tiene más menues que el de activar o desactivar las constelaciones.

Asi que mientras bajábamos este domingo de Peñas Blancas y ya bien anochecido y con los zorros cantando pudimos recrearnos un rato en el cielo, confirmando lo que ya conocíamos y/o descubriendo cosas nuevas. Luego más tarde y queriendo aprovechar el cielo de invierno tan espléndido que teníamos hice la foto de arriba haciendo uso de otro widget para el teléfono, Tiny Flashlight, que permite usar el flash de la cámara como linterna.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Aunque en las Galápagos puedes encontrarte lobos marinos (Arctophoca galapagoensis) casi en cualquier sitio, hay playas o rincones a los que parecen tener especial querencia y estos espacios suelen recibir el nombre de “loberías“. La lobería de San Cristobal es uno de los espacios que primero descubrimos al llegar a las islas y uno de los que nos trajimos mejores recuerdos.

La playa de la lobería es casi una laguna interna. El mar rompe en la linea de costa e inunda a continuación una pequeña playa de poca profundidad (2-3 mts) de arenas blanca y salpicada de rocas negras en las que es fácil ver iguanas tomando el sol, entrando y saliendo del agua y donde las hembras de lobo marino dejan a sus cachorros perfectamente camuflados con las rocas. El resultado es muy parecido al que se produce en los arrefices coralinos en que la rompiente está alejada de costa y junto a la orilla es posible el baño incluso cuando hay mala mar a pocos metros. En la imagen de satélite de GoogleEarth se aprecia muy bien el espacio.
Mientras estuvimos en la isla creo que terminamos allí todas las tardes/noche y viendo el rayo verde a la puesta de sol.

En la lobería de San Cristobal te puedes bañar junto a los lobos marinos, tortugas marinas y mantas que acuden a limpiarse restregandose contra la arena y con la ayuda de bancos de peces que acuden en cuanto ven a uno de estos grandes animales parado en el fondo.
Eso sí, hay que tener siempre a la vista al lobo marino macho encargado del harén de hembras y cachorros que hay en la orilla, por no se lo piensan mucho antes de atacarte si te acercas mucho al grupo. Fuera del agua, pues das un salto y te quitas de su lado, pero en el agua hay que verlo saltando por encima de las olas persiguiendo a otro macho.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Galápagos es principalmente conocido por su biología y descripciones terrestres que le han dado fama. Su fauna y flora terrestres son únicas y singulares, pero reducidas. El catálogo de plantas y animales (al menos antes de las introducidas por el hombre) caben en un tríptico: 58 especies de aves más las migratorias, 1 ratón, 1 rata, no hay sapos, ni ranas, 1-2 murciélagos, 1 serpiente, 7-8 especies reptiles. Hasta los insectos son escasos. Como diría Darwin: y estamos en el Ecuador!!, apenas a 1000 ktms de distancia, en el continente, el asunto es tangencialmente distinto.

Ahora bien, bajo el agua, la cosa es muy diferente. Para un naturalista criado en el Mediterráneo el primer buceo fuera del mare Nostrum es muy chocante, casi incomprensible: apenas hay algas!! no hay posidonias!! ¿donde está la hierba? las rocas están peladas!! no hay esa cosa verde que nos enseñaron que sostiene la pirámide ecológica: hierba->vegetariano->carnívoro. La abundancia de las especies de peces y su tamaño es, incomprensible y desproporcionadamente impresionante. Uno se sumerge en el Atlántico y la duda es inmediata: ¿pero que comen estos bichos? ¿piedras?.
Aquí en el Pacífico, en Galápagos, pasa eso mismo, pero a lo bestia.

     
  Santa frente a un puntas blancas ©Merche Sanz
 
  Santa frente a un puntas blancas ©Merche Sanz  

Es brutal la cantidad y variedad de fauna submarina. Literalmente es imposible mirar para ninguna parte y no ver el mayor banco de peces de colores que hayas visto en tu vida. Y cuando te paras a mirar resulta que esa nube de peces la componen 3, 4, 15, 35 especies distintas, grises, blancos, rojos, con rayas, meros, loros, estandartes y cuando ya estás saturado aparecen los banco de barracudas: miles de ejemplares a escasos centímetros uno de otro que acaban con la poca luz que tenías para hacer fotos. El agua hierve de peces, miles por todas partes, en agua abierta, en el fondo, en las grietas, solitarios, en bancos. Estás bajo el agua mirando a todas partes y entonces descubres bajo tu pie una tortuga con cara de “¿me vas a pisar o qué?”. Alguien te toca en el hombro: “Mira!“. Dos tiburones vienen por encima tuya. Otros dos se distinguen al fondo, 6, 8, cuando te vas a dar cuenta puedes contar hasta 10 de estos animales nadando despacio a pocos metros sobre tu cabeza, la barracudas, la tortuga, los bancos de peces enormes se aplastan contra el suelo y se te arriman tratando de mantener las distancias con los predadores, alguien te señala un nudibranquio: “sí, pa ver nudibranquios estoy yo ahora!!” No das a basto, estás aturdido y no haces ni fotos, entonces aparecen las mantas, 2, 4 ,8, 20 mantas volando con una elegancia acojonante a media agua pasan a tu lado y siguen como si todo aquel jaleo de peces no fuera con ellas o ya no les llamase la atención tanta exagerada abundancia, alguien te toca el hombro: “que vienen más!!” como de las sombras aparecen volando hacia tí otras 10 mantas, te esquivan y vuelan detrás del grupo anterior.

     
  Mantas, al fondo, anguilas de arena ©Merche Sanz  
  Mantas, al fondo, anguilas de arena ©Merche Sanz  

Sales del agua, no sabes ni el tiempo que ha pasado y solo atinas a decir: “madre-del-amor-hermoso! que disparate!

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