Es un pequeño espacio en la costa de La Muela, muy cerca de cabo Tiñoso en el que levantando un poco la vista se pude ver perfectamente la lengua de lava cayendo por la ladera hasta caer por el acantilado al mar. Han pasado miles de años (pocos en realidad, en escala geológica toda la zona muestra afloramientos volcánicos “jóvenes”) y todavía parecen sentirse los estragos. La vegetación apenas a cubierto buena parte de estas lenguas de espuma solidificada y hay montones de cavidades y “túneles de lava” que son el paraíso para animales como las garduñas habituadas a levantar piedras en busca de insectos, escarabajos, micromamíferos y reptiles.