No por previsible deja de ser sorprendente el comienzo del curso en el Ayuntamiento de Madrid. Ayer la dimisión de Guillermo Zapata, hace unos minutos se publicaba en prensa la imputación de Rita Maestre (portavoz) por aquella irrupción en la capilla de la Universidad.
Sí, es una chorrada la acusación a Rita Maestra, es algo probablemente firmaríamos muchos y apoyarán muchos más, pero una imputación y debería producir una dimisión inmediata, no así el caso de Zapata: te puede desagradar pero el mal gusto (todavía) no es delito y menos con carácter retroactivo.
Por eso digo que creo que no se están haciendo bien las cosas. Guillermo Zapata debería seguir en su puesto y Rita Maestre abandonarlo (nota: escribo esto minutos después de conocerse la imputación de la portavoz, es muy probable que termine en dimisión.).
No hay que rasgarse las vestiduras, a estas alturas ya todos teníamos claro que el ambiente iba a estar enrarecido (y lo que queda todavía hasta Noviembre) y que la lucha iba a ser cualquier cosa menos noble y limpia.
Contaba Varufakis (el ministro de finanzas griego) que siempre lleva su dimisión escrita en el bolsillo de su chaqueta, lista para que en el momento en que sintiese que está siendo infiel a sus principios entregarla al Alexis Tsipras y salir del Gobierno. Ese es el espíritu, des-traumatizar la dimisión y convertir el hecho de abandonar el cargo en un arma contra quien no lo hace, que son infinitamente más abundantes y por delitos infinitamente más graves.
Ustedes no dimiten por apoyar los asesinatos y los golpes de Estado, ni por fugar dinero a Suiza, ni contratar a sus sobrinos, nosotros sí lo hacemos por mucho menos. A cada dimisión en AhoraMadrid y no-dimisión en PP-PSOE-Ciudadanos AhoraMadrid saldrá más legitimada y más fortalecida.