La lucha del colectivo de controladores aéreos no es una lucha de clase, es una lucha de gremio, como casi todas las luchas que hoy tienen que ver con lo laboral: egoista en esencia. La huelga suya del otro día está más cerca de la que podrían realizar los directores de banco mañana si a José Blanco le da por nacionalizar alguno, o la de los médicos de la Seguridad Social si les impiden ejercer en la privada. Sigue leyendo…