Sound of noise.
Comedia, thriller-musical. Excelente.
Parece como si los suecos hubiesen descubierto que el cine puede ser algo más que Bergman y están en racha. Y como sigan haciendo algo la mitad de bueno que “The sound of noise” ya puede ir temblando Hollywood.
Es una muy original y divertida comedia-policial-musical acerca de unos artistas musicales que en la búsqueda de nuevos ritmos y sonidos componen la pieza “Concierto para 6 baterías y una ciudad” y del comisario de policía oveja negra de una familia de músicos excelsos pero que sin ningún oído musical se hará cargo de investigar el asunto de los tipos que pretenden convertir la ciudad en un instrumento musical.
Hay que verla. Los subtítulos se siguen perfectamente, los diálogos poco “intensos” y livianos.
MagnetSubtítulos
No me resisto a poneros el trailer.


Infierno blanco.
Intriga, suspense. Mala.
El problema de estas películas en las que la madre naturaleza se revuelve contra el egoísmo y la avaricia humana es el mismo que tenían (últimamente parecen haberse corregido) los contenidos informáticos en el cine, que se ponen a explicarlo y acabas echándote las manos a la cara y diciendo: “dios mio de mi vida…., no lo expliques más!“.
Aquí Liam Neeson es un curtido cazador en Siberia a cargo de una petrolera (observe el apoteosis de conceptos malignos en el guión: cazador, Siberia, petróleo) que se enfrenta a un más que generoso grupo de lobos extremadamente hambrientos pero que disponen de un sistema de organización, comunicación y disciplina que ya quisieran tener en las Asambleas de Izquierda Unida. La capacidad que tienen los lobos siberianos de sintetizar, analizar, preveer, guardar rencor y la capacidad de entrega es para quitarse el sombrero y darle con él a los guionistas.
Lo único bueno es que tiene un final inesperado. Toda la película hasta que el protagonista se lo comen los lobos es muy previsible. uy! mecagont…

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