Leyendo a Javier Ortiz hoy me he acordado de una anécdota que viví en primera persona, y por eso la voy a contar.
Hace años, trabajaba yo como auxiliar administrativo del grupo municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Cartagena, como secretario personal de la entonces única concejala, Teresa Rosique. Teresa se oponía y se sigue oponiendo (hoy, desde el grupo parlamentario del PSOE) a los mil y un asaltos urbanísticos que asolan nuestra tierra murciana en general, y nuestro litoral cartagenero, en particular. Sería larguísimo enumerar Sigue leyendo…