A estas altura ya se habrán enterado de la última cagada del periódico El País, la supuesta foto de Chávez en el quirófano. No voy a entrar en ese tema, personalmente la credibilidad de la prensa es algo que hablando en plata, me la trae al pairo y solo debería preocupar a sus accionistas y fanboys. Si además la información hace referencia a algún aspecto de la política y/o economía de Sudamérica entonces confiar en la fiabilidad de dicha información es digna de análisis psiquiátrico.
Pero sí quería llamar la atención sobre un detalle que se puede leer en su auto-exculpación publicada ayer y que me ha hecho especial gracia porque evidencia hasta que punto se falsea la información publicada en prensa, no ya en el meollo de la cuestión (la fotografía) sino en los aspectos menores que rodean la publicación (las negritas son mías)
Pese a las dudas que les surgieron sobre las circunstancias que rodeaban esa imagen, los responsables del diario decidieron difundirla. Esas dudas no resueltas quedaron reflejadas incluso en el breve texto que acompañaba la fotografía, en el que se indicaba que “EL PAÍS no ha podido verificar de forma independiente las circunstancias en que fue tomada la imagen, ni el momento preciso ni el lugar. Las particularidades políticas de Cuba y las restricciones informativas que impone el régimen lo han hecho imposible”
Tampoco entraré a comentar la cutrez barriobajera de andar publicando fotos robadas de un tipo entubado en un quirófano ( menudo documento!! y si fuera Chávez ¿que aporta eso?), luego y así en plan «recordatorio» le incorporan un pie de foto acusando a Cuba y a sus «particularidades políticas», prevaricando, mintiendo a sabiendas de que nadie nunca llamó más allá de la oficina ni tuvo más interés que el de publicar antes que lo hiciera El Mundo. Finalmente, y ya en plena pillada Twittera se desmarcan culpando a la agencia que les vendió la foto. Es como si la capacidad de difundir mierda de El País no tuviera hartura.