viernes, 15 de enero de 2016 (Hace 116 dias)

En los años 80, cuando empecé a salir con Merche, yo llevaba el pelo largo y ella corto. Los críos se nos reían en la cara por eso, porque yo parecía una cría y ella un crío, decían. Los otros, los que no eran tan críos, los adultos con confianza o sin ella se la pasaban dándome consejos que por supuesto nadie les había pedido: cortate el pelo y verás que es mucho más cómodo, si quieres encontrar trabajo te vas a tener que pelar, llevalo como quieras pero lávatelo a menudo, recógetelo que no se te meta en la cara,…
Han pasado treinta años y esta audacia conceptual, ese malabarismo verbal, esa ideología de vanguardista ha quedado relegada al Congreso de los diputados y a las editoriales de la prensa más renovadora.

Pero, ¿se imagina ustedes la que se habría montado si mi tocayo Alberto Rodríguez al entrar al Congreso se quedase mirando a Celia Villalobos y le dijese: «Si tu quieres llevar un gato muerto en la cabeza me parece muy bien, pero duchate que no cojas piojos!!«?.
Sí, alguno nos llevaríamos dos días partiendo de la risa (tocayo!! esta no te la perdonaré jamás!!). Pero no es así, a algunos la educación nos puede y cuando los críos nos sueltan la gracieta o el chascarrillo de turno le devolvemos la mirada con una simpática sonrisa y seguimos a lo que importa. Celia Villalobos, como otros tantos que no salieron en prensa, no son de este palo educativo sino del palo que se siente en una superioridad moral que les permite andar dando consejos higiénico/estéticos a desconocidos por el simple hecho de encontrarse en el mismo anfiteatro que ellos. Es la prepotencia que la inmensa mayoría de nosotros, los comunes mortales, solo hemos conocido en los aquellos macarrillas del colegio de nuestro barrio y en los viejos amigos de nuestros padres cuando teníamos 8 años. Ya trató también Celia de hacerlo con Pablo Iglesias el día de puertas abiertas del Congreso cuando sin beberlo ni comerlo se plantó delante del líder de PODEMOS a darle consejos. La réplica parece que le gustó poco. Será la falta de costumbre.
Como para tratar de arreglar este nuevo episodio de chulería vacilona se descuelga después con un patético «eh!! no, si en mi familia también tenemos alguno con rastas«, como aquellos racistas a los que les florecían los amigos gitanos en los días señaladitos de Raimundo Amador. Celia, eres un poema de temporá, de la temporada pasada concretamente.

sábado, 2 de enero de 2016 (Hace 129 dias)

Dos fotos que son como el negativo una de la otra, y en más de un sentido, lo que para unas plantas es un desastre es una oportunidad para la que está a su lado.

Lentisco y albaidasLentisco y albaidas

Sí, lo que tuvimos este año pasado y que ya se va acabando (muy despacito, sí) fue una terrible sequía seguida de una fabulosa ola de calor. Y tambíen una estupenda criba darwiniana de especies de flora y fauna. A muchos les gusta presumir de los endemismos que pueblan nuestros montes pero a pocos se les ocurre aplaudir la climatología que los produce.

Pinos carrascoPinos carrasco

Este año que empieza muchas plantas que siguen vivas estarán menos sombreadas y recibirán más sol que el anterior, tendrán acceso a más agua, a más nutrientes y a un generosa capa de materia orgánica en descomposición procedente de los troncos de pinos de repoblaciones de gente bienintencionada que este año o el que viene volverán a replantarlos. Pero no creas, no es un ciclo que se repite at infinitum, el año que viene las plantas que este han sobrevivido serán más grandes y estarán mejor adaptadas, ocuparán más suelo y no se lo pondrán tan fácil a los putos pinicos.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Ay! no puedo parar de reirme viendo estos vídeos. Buenísimo.
El Armonizador (harmonizator) es un ingenio del guitarrista Publio Delgado que con ayuda de su guitarra sintetiza sonidos y voces de vídeos en Youtube. Algo así como «musicalizar» sonidos corrientes y gente hablando.
El resultado es realmente tronchante. Que mejor modo para despedir este año 2015.

Les ponga algunos vídeos que seguro que ya conoce convenientemente «armonizados»
Sigue leyendo…

sábado, 26 de diciembre de 2015

En 2006, escribí un apunte titulado “La casta política”, en el que clamaba por la existencia de líderes pedagogos, honestos y con capacidad de comunicar.
En abril del 2011, un apunte titulado “Menuda papeleta”, un mes antes de las elecciones autonómicas del 22 de Mayo, planteaba mi dificultad en encontrar un partido al cual votar.
También en 2011, en diciembre, escribí aquí otro apunte titulado “Después del 20-N”, un mes después de las generales, en el que me preguntaba a cerca de donde podían haber ido a parar 4 millones de votos que había perdido el PSOE.

En esos apuntes, y en otros, reflejé entonces mi visión de los principales problemas a los que nos enfrentábamos las personas que queríamos partidos políticos transparentes, políticos honestos y alternativas diferenciadas, nuevas e ilusionantes, que votar. Entonces no las había. Hoy por fin sí. 5.189.333 Sigue leyendo…

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Ya lo he contado por aquí alguna vez, mi entorno de trabajo en el ordenador me gusta con tendencia minimalista. En general, pero en especial en el trabajo gráfico, me parece fundamental eliminar todos los menúes y botoneras posibles y manejar la aplicación a base accesos directos/métodos abreviados. Me da mucho coraje que lo fundamental, el trabajo que se está realizando, se pierda en una selva de menúes desplegables, solapas, botoneras, barras de herramientas, de progreso, at infinitum.
Lo puedo entender si eres el programador que ha desarrollado el programa y está encantado disfrutando con el panorama de funciones y órdenes que eres de capaz de desplegar para ayudar al usuario… pero si eres el usuario final, pasártela contemplando la interfaz, es poco recomendable (por decirlo con suavidad).

KonsolaKonsola

Pues el otro día descubrí como minimalizar la konsola de KDE a su expresión más simple y dejándola más bonita que la original. Muy sencillo y en dos cómodos pasos:
– Sobre el borde de una konsola de KDE pulsamos botón derecho y elegimos «Preferencia específicas de ventana«. Nos vamos a la solapa «Apariencia y fijados» activamos la casilla «Sin barra de título y marco«. Aceptar.
Con esto eliminamos toda la decoración y bordes, pero entonces se nos queda todavía muy fea.
– Lo siguiente es aplicar una hoja de estilos personalizada (stylesheet) a la konsola en el momento de abrirla. Así es que en Kate creamos un archivo de texto con el siguiente contenidoQFrame {border:1px solid #AAAAAA; }
y lo guardais en ~/.konsole.qss
Ahora lo único que tenéis que hacer es cambiar las llamadas a ejecutar konsole añadiendo la opción konsole −−stylesheet /home/tu-usuario/.konsole.qss

La hoja de estilo funciona casi igual que CSS de HTML, obviamente cambian las clases y los elementos. Investigadlo, podéis empezar probando con los elementos QFrame, QListview, QScrollBar, QTabBar…

viernes, 18 de diciembre de 2015

Pasado mañana me levantaré temprano y me iré en bici al colegio donde trabajo: me encanta ir en bici a trabajar, sé que soy un privilegiado porque tengo un trabajo que me gusta y lo tengo a un kilómetro de distancia. No todo el mundo tiene la misma suerte, lo sé. Soy consciente de vivir en un mundo injusto. Mis alumnos y alumnas (mis hijos entre ellos) también lo saben, porque es inevitable hacérselo comprender, y en parte necesario: Forma parte de la realidad del mundo en el que vivimos, y nos hace más fácil comprenderlo, aunque amargue un poco la existencia.
Sigue leyendo…

Cuaderno de campo es un blog desarrollado y mantenido por Trebol-a y en el que escriben Trebol-a, Miguel, Merche y Mónica
Si quieres saber algo más sobre los autores acude a la página acerca-de, si quieres contactar con alguno de nosotros hazlo a través de contactar ó de Google+

Creative Commons: Todo el contenido de la web (imágenes, textos, vídeos, a excepción de aquellas obras de otros autores enlazados por Cuaderno de Campo) se acoge a los términos expresados en la licencia Creative Commons