Recojo dos afirmaciones del último apunte de Santiago Alba Rico (Vistalegre II: ¿Renacimiento o suicidio?) que me sirven para guiar y profundizar en la idea de «el debate que queremos»
Dice Santiago:
“Vistalegre II debería pensarse a partir del éxito relativo de Podemos, no de su relativo fracaso, para liberar ahora la organización de todos los viejos lastres ‘prequincemayistas’ y profundizar las fórmulas que nos han dejado a medio camino. “
Y también:
“O se llega a Vistalegre II en condiciones que garanticen que los debates son reales y realmente deciden o se convertirá en un suicida ajuste de cuentas, quizás no tan bochornoso como el del PSOE pero igualmente autodestructivo. Para evitar eso es imprescindible que documentos y candidaturas se voten por separado, a partir del presupuesto de que nadie pone en cuestión el liderazgo de Pablo Iglesias, pero muchos sí -legítima y lealmente- algunas de sus apuestas políticas.”
Reivindica Santiago profundizar en las fórmulas del 15-M y separar documentos y liderazgos.
El eslogan que fue el preludio de los 71 diputados/as de UP decía que los políticos deben ser carteros de la ciudadanía, y no mayordomos de las élites.
Y es también de esto, no de otra cosa, de lo que hablamos, de las reglas del juego: de elegir primero el mejor mensaje y luego quiénes serán las mejores personas en defenderlo. Nadie dice que no haya que votar a personas vinculadas a proyectos, ¡¡porque eso es imposible!!. De lo que estamos hablando es de que el modo de plantear la construcción de un proyecto, define el proyecto. ¿Puede haber consenso en la construcción de los documentos, políticos, organizativos, etc? Sí. Puede y debe. Entonces utilicemos las herramientas que lo favorezcan, como separar en el tiempo el debate sobre documentos y caras.
Y ¿por qué? Pues por varias razones. Sigue leyendo…