miércoles, 8 de agosto de 2012 (Hace más de 1 mes)

Robar no es entrar a un supermercado y llevarse productos de primera necesidad, como han hecho los de CUT-BAI. No debería serlo. Los productos de primera necesidad son lo que su propio nombre indica: productos que cubren necesidades primarias. Nadie en su sano juicio -quizá este sea el problema de fondo- puede pensar honestamente que por llevarse 10 carros cargados de productos de primera necesidad los supermercados sufran ningún daño en su economía. Ningún daño. ¿De qué estamos hablando?
La acción encabezada por el alcalde de Marinaleda le honra, a él y a todas las personas que le acompañaron.
Hoy sabemos que a Bankia le van a dar en torno a 24.000 millones de euros. 24.000 millones de euros. A Caixa Nova Galicia 7.000 millones. A la Caixa 6.000 millones (etc).
¿De dónde sale ese dinero? ¿Quién lo produce?
La acción de los de Sánchez Gordillo tiene una importancia crucial en el momento actual y debe ser apoyada sin dudarlo. Sigue leyendo…

martes, 7 de agosto de 2012 (Hace más de 1 mes)

Tarde preciosa en La Azohía. ¿Quién recuerda al Neilan? Cambió de dueño por efecto de la crisis (que no todo son ventajas), pero no anda lejos.

martes, 7 de agosto de 2012 (Hace más de 1 mes)

Más vale que sobreMás vale que sobre

Es lo que debió de pensar el funcionario que redactó el cartel de la Concejalía de Turismo del Ayto de Csrtagena. Ains.

miércoles, 11 de julio de 2012 (Hace más de 2 meses)

No seré yo el que me queje, como funcionario que soy, del recorte en mi sueldo. Ni del recorte en el sueldo a mi pareja. Ambos somos funcionarios y cobramos a final de mes. Cada vez menos, eso sí. Yo ya me lo veía venir. A mi lo que me indigna, lo que me resulta intolerable de todo este asunto de «la crisis» es la mentira a la que nos somete el gobierno un día tras otro. Eso, y que estos «ajustes» no van a servirnos de nada a la ciudadanía «de a pie». Falla el sistema. Solo tenemos que darnos cuenta y tener la voluntad de actuar.

El sistema económico ha generado y permitido este desastre Sigue leyendo…

domingo, 1 de julio de 2012 (Hace 80 dias)

Sería maravilloso pensar en una sociedad en que avances tecnológicos y desarrollo social van de la mano, pero eso no es lo que está ocurriendo hoy. Al menos no está ocurriendo en un sentido directamente proporcional. La tecnología es útil sólo a las personas que se benefician de ella, solo a las que pueden costeársela. Tanto esto es así, que hemos llegado a aceptar que el hecho de poder costearnos una u otra tecnología es el objetivo en sí por el que luchar, por el que trabajar y por el que vivir. Y más aún, nuestro sistema económico no tiene sentido, se hunde, si falla el binomio «nueva tecnología-aumento de ventas». Es decir, hemos pasado de una tecnología al servicio del proceso productivo, de su mejora, a una tecnología cuyo objetivo es existir, aumentar las ventas.

¿Es culpa de la tecnología el actual estado de cosas? No solo, pero sí, sin duda. No solo. Porque el origen de la tecnología es el origen mismo de la sociedad. Antropólogos y paleontólogos nos muestran de qué modo la sociedad ha ido evolucionando gracias a la nueva tecnología. Esta necesidad de crear artefactos nuevos, más útiles que los anteriores, o de crear nuevas formas de relacionarnos entre las personas, forma parte inseparable de nuestro ser social. Acabar con la tecnología como reivindicaban los sindicatos que se oponían a la mecanización de los talleres de montaje, o darle la espalda como hacen los cuáqueros y otros anarquistas, no acabó ni acabará con esa necesidad que podríamos llamar antropológica. Pero sí. Debemos ser conscientes de que oponerse al actual modelo de desarrollo económico pasa inexorablemente por políticas de decrecimiento. También de decrecimiento tecnológico. Decrecer no es volver a las cavernas. Decrecer es detener el desarrollo. En este caso del tumor que gobierna el mundo.

La tecnología es el nuevo «sueño americano». Sigue leyendo…

lunes, 7 de mayo de 2012 (Hace 135 dias)

Llevo dándole vueltas algún tiempo (veinte años aproximadamente) a la necesidad de participar en política institucional (en un partido o en un sindicato), pero no veo el modo. Usaré una metáfora para explicar la situación, tal y como yo la veo:

En mi pueblo hay una habitación que echa peste. Hay personas encargadas de limpiarla, pero no cobran nada por hacerlo. Los dueños de la habitación tampoco la limpian, dicen que ya están los encargados para eso. A los encargados los dueños de la habitación le han prometido regalársela, y se sabe que es cierto, que en otros pueblos los dueños de las habitaciones pestosas las regalan a los encargados de limpiarlas. Entonces los encargados de limpiarlas se convierten en dueños de las habitaciones pestosas y proponen a gente del pueblo para que se conviertan en limpiadores de la habitación pestosa. Como es fácil imaginar todo el pueblo se perjudica por la existencia de esa habitación tan pestosa, pero nadie hace nada, todos esperamos a que sean los encargados de la habitación pestosa los que la limpien, y ellos siempre dicen que la van a limpiar, pero no lo hacen. ¿Por qué? Pues muy sencillo, porque si limpian la habitación pestosa ésta deja de existir, y eso no lo van a consentir ni ellos, ni sobre todo los dueños.

¿Qué podemos hacer los vecinos? Sigue leyendo…

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