Ahora que tantos se indignan con las fotos escabrosas de Barcelona es buen momento para enseñaros algunas de las últimas premiadas en el World Press Photo.
No, no estoy reclamando publicar fotos truculentas ni dejar de hacerlo (haced lo que queráis, yo las voy a ocultar siempre), lo que estoy reclamando es igualdad en el trato, que un muerto valga lo mismo independientemente de donde esté hecha la foto. Si la foto de un niño destripado en Bangladesh merece un premio y es informativa también lo ha de ser la de un niño destripado en las ramblas de Barcelona, o acaso los de Bangladesh no tienen el mismo derecho a informarse de lo que pasa en Barcelona.
Por eso no puedo estar de acuerdo con JC Monedero. Si efectivamente, como el aduce (y tiene razón), publicar fotos de los muertos en un atentado es hacerles gratis la campaña publicitaria a ISIS, también le harán campaña a ISIS los Sirios muertos cruzando el Mediterráneo, no únicamente los catalanes muertos en las ramblas o los parisinos de una discoteca. Pero que la foto del pequeño Aylan sea información gráfica de denuncia social y política y la foto del pequeño Joaquín un morbo innecesario y contraproducente… pues me cuesta mucho no ver un clasismo racista.
No puedo evitar cierta sonrisa cínica de imaginar la exposición del World Press Photo de este año en las calles de Barcelona, llena a rebosar de gente aplaudiendo la calidad artística de la cara descompuesta por el dolor de ese padre sirio con su hijo en brazos.