Hace un par de meses tocó recambiar sartenes en casa, que ya me quemaba los dedos al usar las viejas, y se quedaba más comida pegada al fondo que llegaba al plato. Las viejas están en jardín, reemplazando al máximo nivel a los platos de plástico quemado por el sol y cerámica quebrada a balonazos que quedan bajo algunas macetas.
Me fui a la tienda y compré de oferta una de las grandes, otra de las pequeñas (ambas de buena calidad) y un wok. Que ya tenía yo ganas de experimentar con él. Y… todo un éxito hasta el momento, al menos para mi gusto.
Yo ya conocía algunos de los secretos del wok Sigue leyendo…