El nombre no es mío, ni es el que más me gusta, pero hay que reconocer que es apropiado dado que el malandrín habita la finca Baladre.
Y sí, estamos de pleno en fase de compra de finca y casa en plena «rambla de el cañar» con el tajo de Peñas Blanca como impresionante telón de fondo. Aunque aún nos queda finiquitar el papeleo ya tenemos las llaves y estamos ya personalizando el espacio, colocando cajas nido, repoblando y podando. Ahora son todo proyectos, presupuestos, algunos planos, muchos planes y sobre todo mucho trabajo por delante.
Estos primeros días el protagonismo se lo está llevando sin duda un pequeño zorro confiado que nos visita a diario y que (todo sea dicho) animamos a que nos siga visitando.
Se avecinan (aviso) tiempos de muchas fotos y vídeos de la zona, algo de vida rústica y de comer al sol con una pareja de águilas reales sobrevolando nuestra casa. A pesar de todo el 2020 termina muy bien, pero es que el 2021 promete hacer historia.