Sigo con mis Ginetas, que todavía me tienen alguna sorpresa.
Ayer mismo cuando di por terminada la sesión de fotos, me puse a recoger. En mitad del monte, bien de noche, con el frontal recogiendo el equipo y un foco de luz iluminando la zona donde había estado fotografiándolas… flashes, trípodes, cables… pero da igual, las dos ginetas se sentaron a pocos metros a verme recoger. Una se enroscó en un pino tumbado en el suelo, mientras la otra olisqueaba entra la hierba.
En esas estaba, sorprendiéndome de lo confiadas que se muestran cuando SORPRESA!! aparece una tercera gineta!!.
Me ignora por completo, pasa a mi lado, se sube al árbol donde la sesión de fotos (que no tiene comida pero huele a ella), se baja, le huele el culo a la otra y se larga.
Ahora estoy como loco fichando las marcas del pelaje para identificarlas individualmente porque ya no se cuantas estoy fotografiando. Creí que eran dos, pero esta tercera explicaría porqué algunas veces veía a la hembra adulta muy pequeña.