sábado, 26 de noviembre de 2016 (Hace más de 2 semanas)

Alguien comentaba el otro día en las páginas de Fototrampeo de Facebook que estaba convencida de que las cámaras dejaban pasar muchas ocasiones y que no nos enterábamos de mucha de la actividad que se producía. No puedo estar más en desacuerdo.
Obviamente los fallos mecánicos/electrónicos están ahí, como en los coches, pero las estadísticas son abrumadoras: el 99% de los accidentes de tráfico son por fallo humano, es rarísimo que te fallen los frenos. Que yo sepa con cámaras de trampeo no hay estadísticas de fallos pero apostaría que se mueven en porcentajes similares.
La cosa es sencilla: la cámara es siempre la misma. Los mismos componentes y la misma programación producen siempre los mismos resultados. No es que la cámara no haga lo que nosotros queremos sino que nosotros no sabemos qué es lo que hace la cámara. Si la trailcam graba algo que no debería o al revés, no graba algo que (pensamos) debería, SIEMPRE es culpa nuestra, la cámara es exactamente la misma que cuando lo hizo bien.
Lo que cambia es el entorno y somos nosotros los responsables de adaptar la cámara a él y no esperar que (por arte de magia) lo haga la cámara. Como resulta además que la parte configurable de la cámara es bastante reducida (ligeros cambios en sensibilidad +/- y franja horaria de trabajo) pues nos queda que esa «adaptación al entorno» pasa básicamente por escoger bien la ubicación y el punto de vista. Punto. Ahí están todos nuestros problemas (y soluciones).

Recientemente he revivido una de esas situaciones en las que no sabes si la cámara está fallando o es que hay algo más.
Tengo una trailcam instalada en una higuera donde acuden a comer los tejones. Cada noche, a eso de las 5:30 AM (con buena puntualidad) la cámara toma una o dos fotos/videos y por más que me dejaba la vista era incapaz de ver qué había disparado el evento. La resolución del vídeo (640×480) y la foto (5Mg) tampoco admite mucho «escrutinio», pero me mosqueaba que fuese todos los días a la misma hora y además de noche que es cuando menos falsos positivos se dan. Probablemente, pienso, algún zorro que pasó corriendo demasiado deprisa o cerca de la cámara como para que esta los atrape, e incluso en algunas ocasiones murciélagos que curiosean la cámara.

Anteayer puse la Nikon en el mismo sitio, esperaba a los tejones (sin éxito) y volvió a pasar. A eso de las 4:55AM la cámara tomó 5 fotos con flash, pero esta vez son fotos en formato RAW con buena calidad y resolución. Así es que abrí las fotos y empezé diseccionar la foto, a subir los niveles al máximo, nada! subo los negros para revelar totalmente las sombras… nada! busco por toda la imagen, por las esquinas, por los laterales! nada! en las ramas! nada!… cuando ya estaba por echarle la culpa al pobre sensor, Voilá! ahí está! lo encontré!!
¿Lo veis como tenía razón? El sensor no falla!! ¿lo veis vosotros en la foto?
Si aún no lo has visto pulsa aqui

viernes, 18 de noviembre de 2016 (Hace 1 mes)

Llevo un par de meses siguiendo de forma intensiva a un pareja de gatos monteses (Felis silvestris) por la Srra. de La Muela que poco a poco van dejando que me acerque a fotografiarlos/filmarlos, en breve espero preparar un vídeo decente de estos hermosos bichos.
Los conozco desde hace tiempo el problema es que las rutas que tienen son tan extensas que pasan por la misma ubicación cada (nada más y nada menos) 20/25 días, como os podéis imaginar esto hace lentísimo cualquier tipo de acercamiento, casi un mes hasta la siguiente visita. Así que opté por seguirles el rastro para «dibujar» la senda que siguen. A estas alturas salvo un par de puntos en los que «desaparecen» y no se donde se meten durante 4-5 días, podría dibujar con bastante precisión su área de campeo mensual.

Montes en una rambla de baladresMontes en una rambla de baladres

Se trata de una pareja, macho y hembra, que parece bien avenida pero no tanto como para dejarse ver junta. Ambos siguen la misma ruta con una periodicidad parecida: primero la hembra y dos/tres días después el macho. Sigue leyendo…

viernes, 4 de noviembre de 2016 (Hace más de 1 mes)

En mi caso para un Yongnuo YN560 que en standby con cuatro pilas R6 (AA) no dura apenas una noche entera. Asi es que o bien compraba un alimentador externo (modelo para 8 pilas externas a 45€) o echaba mano de bricolaje y dejaba el alimentador externo en 7€.

Pack externo alimentador de flashPack externo alimentador de flash

La única dificultad estaba en encontrar un tubo de plástico de idéntico grosor que una pila AA. Después de probar varios cacharros caseros descubrí unas pipetas de plástico que teníamos a montones (podéis probar con carcasas de rotuladores, tubos de pvc o similar), el quid del asunto es fabricarse dos «simulacro de pila AA» que entren en el compartimento del flash y le suministren la corriente eléctrica necesaria (entre 5V y 8V) por lo que además deberemos abrir un hueco en la pata del compartimento de pilas a través del cual podamos sacar el cable de alimentación. Una vez este cable fuera podemos alimentar al flash bien con un transformador de corriente de 6V, bien con baterías LIPO de gran capacidad ó bien con paquetes de portapilas baratos y versátiles.
Con dos de, soldador de estaño y dos tornillos me fabriqué dos «pilas AA simuladas» que conectadas por cable a dos packs de 6 pilas AA = 12 pilas x 1.4V (recargables) = 8.2V y 4400 Mha.

El flash requiere 6.V con lo que me aseguro una buena potencia para ciclado rápido y suficiente capacidad para que aguante 24 horas.

Material usado para dos packs externos de baterías para dos flashes Yongnuo YN560:
– 4 portapilas de 6 pilas AA (2 portapilas por pack) = 4 euros
– 4 tornillos
– cable
– 2 jack 2.5mm hembra y 2 jack 2.5 macho = 3 euros
– soldador de estaño
– dos tubos de plástico reciclado
– pistola de silicona
– cinta aislante
– Total: 7 euros y aprox 4 horas de trabajo.

Los jacks de conexión son prescindibles, podéis conectar directamente el paquete de pilas al cable que sale del cuerpo del flash, pero utilizando una conexión intermedia es ahora posible conectar los flashes a un transformador para las sesiones fotográficas en casa.

miércoles, 2 de noviembre de 2016 (Hace más de 1 mes)

Infierno azul, suspense, intriga.
Buena.
La película es entretenida y fiel al género «Tiburones-que-te-cagas-de-chungos«. Presentación, nudo-agonía y desenlace. Una rubia surfista se dispone a descubrir una perdida playa paradisíaca en los confines de alguna isla tropical y lo que acaba es descubriendo el apetito insaciable de un tiburón muy rencoroso.
La película está bien realizada y producida. Tiene una fotografía estupenda e incluso una música inicial que seguro a más de uno le suena. El montaje es muy dinámico y publicitario, tipo videoclip. Esto hace amena y distraída la película pero le quita credibilidad general a la cinta. Cuando hacia la mitad vuelves a creerte la historia llega el desenlace y un ola recorre la sala de cine: «se han pasado cuatro pueblos«. Pero bueno, supongo que es lo que toca, si no pues parecería un documental que no lo es.
Torrent

La fiesta de las salchichas, comedia, animación 3D.
Buena.
Narra las aventuras dentro de un supermercado en el que los productos alimenticios cobran vida y sueñan con otra vida mas allá de las estanterías, en «el hogar de los Dioses«, solo alcanzable cuando un humano se digna a escogerlos de entre todos los demás para agasajarlo con un mundo mejor, pleno y más próspero allá afuera, tras las puertas del supermarket. ¿Os suena?. Una salchicha descubre la verdad que hay después de ese «más allá» y tratará de salvar al bollito de sus amores dentro del cual sueña con meterse dentro, y salir y volver a entrar y salir y volv…
Tiene un toque irreverente y contestatario ante la fe religiosa y las religiones en general, mucha guasa, lenguaje soez con tacos y chistes de corte sexual-pornográfico.
Es buena, te ríes un rato y se deja ver. Tiene algunos momentos y personajes muy ingeniosos y cómicos, pero sobretodo hay que verla por el personaje de la silla de ruedas con cuya aparición más me pude reir (no doy más pistas para no reventar la escena).

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