Para combatir el calor de estos días disponemos de dos modalidades.
El modo Cogujada nimemojonimemojes: Llegan al bebedero (en realidad se pasan allí el día) bebe agua, se queja, se pone a la sombra, ahueca las alas, se queja, bebe agua, se pone a la sombra, se asusta, vuelve, bebe agua, se pone a la sombra, se queja, se asfixia, ahueca y se mueve a la sombra, pía, se asusta, vuelve, se pone a la sombra… eso sí, no la verá usted bañarse así caigan calderas de aceite hirviendo del cielo.
La técnica Masmojaoqueun Mirlo: A estos es raro no verlos chorreando. Llega, se mete en el agua, donde más cubre, monta un alboroto que ni Telecinco en hora punta, se baña, se sale, no puede ni andar, hace como que se va, cuando parece que se iba, se gira, pega la vuelta corriendo y otra vez a bañarse, como si no hubiese un mañana, con mala leche, como si quisiera castigar a su cuerpo por las calamidades pasadas. Por fin sale del agua, transpuesto, con la cara del crío que ha conseguido reventarse un globo de agua dentro de los pantalones.
¿ A que grupo pertenece usted ? Claro, claro, todo el mundo dirá que al modo Mirlo: «yo los problemas los enfrento, y si hay que mojarse me mojo!!» si, si, pero ahora hay que verlo, mojado, sin poder volar, andando de vuelta para su casa, arrastrando por el suelo del monte su orgullo y diciendo: «Esta vez me he pasado, menuda caminata me espera….«