Está el monte que se rompe de flores, y en el caso de las Orobanchaceas este romperse es casi literal. Por todas partes el suelo se agrieta y de la raja asoma un ramo de flores.
Las orobanchaceas (cistanche y orobanche) son un grupo de plantas sin clorofila por lo que se instalan sobre las raices de otras especies a las que parasitan. Pasan casi toda su existencia de forma más que discreta, casi invisible, hasta que la llegada de la primavera hace brotar del suelo, como por arte de magia, grandes racimos de flores, como los de esta Cistanche phelypaea especializada en vivir a costa de nuestras comunes Escobillas (Salsola genistoides).