Una de las pesadillas recurrentes cuando manejas Linux desde un terminal o consola es equivocarte al teclear un comando como ROOT y en lugar de escribir rm ./* escribir rm *, lo primero borra todo en la carpeta, lo segundo borra todo en el ordenador. Sólo me ha pasado una vez, y recuerdo perfectamente ver como desaparecía la carpeta «/BOOT» y «/GRUB» delante de mis narices antes de darme cuenta de la tremenda metedura de pata (afortunadamente no llegó a la H de /HOME).
Como he visto varias veces volver a «pasar la piedra rozándome la cabeza» hace no mucho (más vale tarde que nunca) me decidí a aplicarme una medida para dedos torpes en dos etapas:
1º/ inhabilitar el comando rm
2º/ habilitar el uso de la papelera en consola.

Inhabilitar rm

Esto es tan sencillo como definir un alias llamado rm que diga algo asíalias rm='echo No use «rm», mejor use «del» o la ruta completa de rm «/bin/rm»
Añadiendo esa línea a nuestro de alias (en ~/.alias ó ~/.bashrc depende de tu Linux) cuando escribamos rm en consola nos aparecerá esa advertencia. Si persistimos en usar rm lo único que tenemos que hacer es usar su path completo /bin/rm.

Habilitar del

Habilitar el comando del (como abreviatura de delete, u otro que tu prefieras) es tan simple como crear un script en nuestro directorio BIN (~/bin) con nombre (p.ejemplo) deltrash.sh y con el contenido:#!/bin/sh
kioclient5 move "$@" trash:/

(Para KDE5, en otros KDE usa kioclient)
Ahora, de nuevo en alias creamos un atajo a nuestro script que diga algo comoalias del="rmtrash"
En adelante tras borrar uno o varios archivos veremos algo como