Ginetas en primer plano
jueves, 8 de noviembre de 2018Menudo par de semanas intensos llevo con las Ginetas.
A finales de septiembre puse una cámara de fototrampeo en un rincón de La Muela (Cartagena). Un par de horas más tarde de poner la cámara se grababa una garduña, y dos más una Gineta. Comenté en su día «estos son los sitios que molan», los que llegas y parece que los bichos te están esperando. Que razón tenía.
A los pocos días descubrí que ademas una de las ginetas que salía frecuentemente tenía toda la cara de cachorro. Coño que ilusión. Después de tanta ginetas conocida, reconocida y fichada (literalmente, fichada de ficha) en todo el ENP era esta la primera grabación de una ginetilla!! Efectivamente, no se reproducen por esporas como empezaba a sospechar.
Puse la cámara abriendo un poco más el plano sobre un pino seco y tumbado por la sequía de hace 3 años. A los pocos días fuí a recoger las grabaciones ilusionado como un crío pequeño y Voilá! sí, había grabado por fin a las dos al mismo tiempo!! Eran un hembra y la que (parecía) su cachorro, más joven, más vivaracho y juguetón (es la grabación en infrarrojos que hay en el vídeo). Era de noche, estaba en el monte descargando las grabaciones (más de 60 vídeos de 2:30 minutos) cuando al mirar al suelo descubro que tengo una gineta a mis pies, a penas a dos metros!
El animal dio un salto, reculó y se fue entre las matas cercanas. Esa noche no ganaba para alegrías.
Me quedé quieto como un pedrusco y la gineta volvía a mi olfateando el aire, oliendo claramente la carne que llevaba en la mochila y que traía para ponerles. Le lancé un trozo de carne, pero el más mínimo movimiento brusco del brazo la hacía retroceder. Se escondía, esperaba y volvía a salir. Saqué el móvil y grabé un vídeo casi 5 minutos de muy mala calidad pero con más fascinación que cualquier otro vídeo HI-QUALITY que haya grabado hasta ahora.
Ya os podéis imaginar que desde entonces llevo saliendo a fotografiarlas casi a diario. Me da el tiempo justo. Salgo a las 18 de trabajar, las ginetas llegan a las 19:05. Al principio monté el equipo de grabación de vídeo con focos y me esperaba junto a el a que se encendiera por la detección de movimientos. El problema es que yo veía a las ginetas llegar entre las ramas en la oscuridad bastante antes de que el equipo se encendiese y esos segundos eran terriblemente frustrantes «VENGA ENCIENDETE!!» viendo la sombra de la gineta acercándose entre las ramas y que sensor sin enterarse.
Así es que en siguientes sesiones he tomado con control manual de los focos, con un cable, y en cuanto veo las sombras acercarse u oigo una rama crujir enciendo los focos y ahí están, inmutables, parece darles igual los focos. Tanto que últimamente los enciendo cuando llegan y ya ni los apago, entran y salen a su antojo. Si tienes cuidado de no hacer movimientos bruscos se arremolinan y «sestean» delante tuya de tus narices, debajo de los focos.
Me tiene alucinado el aguante y la confianza que muestran. Soportan muy bien el ruido de la cámara y los flashazos, los focos encendidos y nuestra más que evidente presencia. Nos ven perfectamente, nos miran y nos toleran (no estamos escondidos, simplemente sentados fuera del alcance los focos, con el trípode y la cámara). Ahora bien, si te mueves y te cruje la rodilla eso las espanta y las pone en alerta. Hazlas las fotos que quieras (parecen decir) pero como parezca que te acercas…
Trebol-a lo archivó en Fauna ibérica, Imagen y Naturaleza
21 de December, 2024 @ 12:02