Supongo que ya tendrán noticias del suceso de Berja (Almería): varias personas aseguran haber visto una pantera negra merodeando por un espacio natural de la localidad.
Hace no demasiado recuerdo que también salió por TV una leona que tuvo en guardia a más de una brigada de forestales. Creo que fué por Segovia. Al cabo de varios días se descubrió que la supuesta fiera no era más que un gran perro mastín que andaba vagabundeando por la zona. Sinembargo, lo que ocurre estos días en Almería es casi más increible y, a fuerza de increible «tiene que ser cierto!» porque ¿con qué se iba a confundir una pantera negra?.
Y ante el argumento «es inconfundible» siempre recuerdo lo que contaba Martin Gardner en uno de sus libros acerca de la perpección, la fe y otros y otros avistamientos sorprendentes.
Según contaba el célebre matemático, cierto año en Suecia se escapó del zoológico un enorme oso panda. Las autoridades lógicamente dieron la voz de alarma y solicitaron la colaboración ciudadana para atrapar al animal antes de que este cometiera algún estropicio (para quien no lo sepa le recordaré que un oso panda en un animal muy grande, de colores blanco y negro y prácticamente inconfundible con ningún otro animal de la fauna europea).
Por supuesto las colaboraciones y llamadas de teléfono no tardaron en empezar a llegar. Vecinos que lo habían visto por un lago, otros siguiendo un rio, junto a la carretera, etc… pero por más que la policía acudía rápida al lugar del avistamiento el enorme oso no se dejaba ver.
Pasaron los días, las llamadas de teléfono seguían llegando pero ninguna lograba poner a los cazadores en el camino de atrapar al fugitivo, ni un solo rastro fiable.
Al cabo de dos semanas de la fuga apareció el oso panda. Estaba muerto. Había sido atropellado por un tren muy cerca del zoológico donde escapó. Por la zona y por el tiempo que llevaba muerto dedujeron que el oso había muerto poco después de haberse escapado.
Por lo tanto nunca hubo un oso panda correteando por Suecia, en todo este periodo de tiempo nadie lo pudo haber visto vagar o merodear por ningún sitio porque el animal yacía muerto desde casi el momento de su fuga y sinembargo, las llamadas y los vistamientos se contaban por decenas. Incluso por mucho tiempo después, después incluso de haberse anunciado su muerte y recuperación del cuerpo, las llamadas de vecinos que aseguraban haber visto al oso panda se siguieron produciendo.
¿Que es lo que han visto en Almería? Pues vaya usted a saber. Es tan probable que un excéntrico millonario ruso haya decidido liberar su mascota como que sea nada, pase el tiempo, se olvide y la pantera negra de Berja pase a engrosar la lista de historias oscuras con que animar las noches de acampada.
Pero una cosa parece evidente no hay nada como poner mucho interés para acabar viendo lo que se desea. Da igual de lo que se trate. Si uno pone empeño en la pantera negra e insiste de forma machacona acabará viéndola. Ya sea su deseo una pantera comiendo higos de pala, un oso panda jugando con la nieva en una pradera sueca, un señor anoréxico recién llegado de Ganímedes ó una mujer virgen dando órdenes mientras revolotea por encima de un alcornoque. Ni te cuento si además tiene uno intereses económico-sociales en que las manchas que tiene un galápago en su barriga o el moho de las paredes del garage sean un mensaje personal de su deidad local. Lo que se te ocurra, teniendo fe, lo acaba viendo. Todo menos número de la primitiva, con la lotería no funciona, que lo se yo.