Buscando a los Lirones Caretos en La Muela
martes, 10 de mayo de 2016La primera vez que vi un Lirón Careto me hizo mucha ilusión seguido de una frustración inmensa. Apenas lo percibí por unas décimas de segundo, lo suficiente para identificarlo y versentír como se metía debajo de la rueda del coche que conducía.
Para mi suerte fue la primera pero no la única ocasión que he tenido de verlos. Los lirones resultan simpáticos, para casi todo el mundo, incluso para quienes las ratas y ratones les producen un profundo rechazo un lirón careto se les antoja divertido.
Mucha gente se sorprende que en un paisaje tan árido y extremadamente seco como la sierra litoral de Cartagena haya Lirones, a los cuales asociamos con paisajes muchos más boscosos de encinares y monte mediterráneo, pero ciertamente y aunque la imagen que puedan dar esté más cerca de la que ofrece un jerbo del desierto, haberlos haylos y aunque no me atrevería a decir que son comunes, pero desde luego no es rara su presencia. Sólo es necesario conocer un poco sus costumbres, algunos rastros y buscar en el lugar adecuado.
Efectivamente en la Sierra de La Muela hay lirones, pero claro, no están por todas partes ¿donde hay que buscarlos?
Pues el entorno donde buscarlos sería el siguiente biotopo ideal: cultivos de almendros abandonados ó muy poco atendidos (zonas muy tranquilas), con algún pequeño pinar cercano y cubierto de vegetación arbustiva densa en una zona muy rocosa y agreste.
En estos roquedos los rastros más fáciles y característicos de descubrir son los «comederos de caracoles«, rincones entre las rocas en los que se amontonan conchas de caracoles a modo de minicementerios. Suelen aparecer caracoles pequeños de 1-2 ctms, de diversas especies y siempre abiertos de forma muy particular (ver foto inferior): abriendo un surco en la concha en el mismo sentido longitudinal de la espiral, como buscando la inquilino que se repliega dentro. Incluso después de la predación la concha suele quedar de una pieza (no la rompe en dos).
El segundo rastro característico son las piñas roídas de Pino carrasco (P.halepensis) para acceder a sus semillas. A pesar de lo que se puede leer en multitud de sitios que aseguran poder diferenciarlos, los restos de la piña roída por un Lirón Careto son indistinguibles de los restos dejados por una Ardilla roja (Scirus vulgaris), es decir el eje central de la piña perfectamente pelada dejando únicamente las 4-5 escamas del extremo superior, pero hay un par de detalles que diferencian a ambos: a) las ardillas devoran las piñas en las ramas del árbol, los restos de las ardillas aparecen desperdigados en la base del pino donde se las comió. En cambio el lirón recoger las piñas y las lleva a un lugar seguro (una cavidad ó bajo una gran roca) donde las devora tranquilamente y donde en ocasiones se amontonan en gran cantidad. b) en La Muela no hay ardillas (todavía, no creo que tarden mucho).
Es cierto, el rastro de las piñas roídas por un Lirón podría ser indistinguible del rastro dejado por un Ratón de campo (Apodemos silvaticus), pero (y aunque me consta esto es difícil de afirmar/demostrar) estoy por asegurar en La Muela no hay Ratones de campo. El porqué ya es mucho más complicado de explicar, casi tampoco como lo sería explicar como es posible que Lirones y Ratas de campo compartan espacio con sorprendente asiduidad siendo (en teoría) potenciales competidores. Desde luego todo esto merecería un estudio detallado.
Las huellas no suelen ser un rastro a tener en cuenta. Siendo como son animales rupícolas/arborícolas, incluso diría con aversión a correr por el suelo es rarísimo que dejen alguna huella distintiva. Pero si algún día nos encontramos en el suelo polvoriento de una cueva ó en el barro de una charca unas pequeñas manitas con 4 o cinco dedos bien marcados es muy probable que pertenezcan a un Lirón careto.
Son difíciles de distinguir de las huellas de Rata de campo, aunque esta última tiene los dedos más cortos y gruesos y la palma muestra los dedos más juntos no tan abiertos en abanico como el Lirón.
Al igual que las huellas los excrementos es complicado que resulten distintivos. Mientras que los de Rata negra aparecen por el suelo, marcando las sendas de paso bajo la vegetación/rocas, los de Lirón los podemos encontrar en la cresta de rocas elevadas y «oteaderos» donde les gusta apostarse a observar. Por su ubicación y aspecto es más probable que los confundamos con los excrementos de salamanquesas o lagartijas, aunque los de lirón carecen de la característica mancha blanca (urato) que distingue a los reptiles.
Los lirones son animales sociables que forman pequeños grupos con los que comparten el territorio. Si puedes llegar a ver a uno es fácil que veas al segundo. Si se guarda un poco de sigilo y algo de paciencia se les puede llegar a ver con relativa facilidad y a muy poca distancia. Siempre de noche, aunque toleran algo la luz de la linterna si no se arma mucho escándalo.
Trebol-a lo archivó en Fauna ibérica, Imagen y Naturaleza
21 de December, 2024 @ 11:58