El chotacabras ( cuellirrojo, Caprimulgus ruficollis), o engañapastores, es una de “aves raras” que tenemos por la península. Es un ave insectívora, nocturna, del tamaño de una tórtola pero con mayor envergadura de alas y como tantos animales con un excelente camuflaje tiene la costumbre de aguantar mucho su posición antes de huir con lo que habitualmente, cuando los encontramos en el campo, sale literalmente de debajo de tus pies, comportamiento que es origen de casi todos sus nombres y del hecho de que los atropellos en carretera sean una de sus principales causas de muerte.

Chotacabras IIIChotacabras III

Durante el día se lo pasan descansando agazapados en el suelo, donde son prácticamente invisibles y sólo al atardecer y durante la noche salen a cazar insectos en vuelo, con lo que de nuevo pasan completamente desapercibidos. Esto han dificultado (y dificulta) enormemente el conocimiento de su biología, costumbres, comportamientos, etc… y han convertido a esta especie en una de las aves peor conocidas de nuestra fauna ya que el conocimiento de su biología estaba prácticamente limitado al periodo de reproducción en los cuales el animal es más “accesible”.

Chotacabras y motoChotacabras y moto

Ahora, en estos días, en plena luna llena y finales de verano es la mejor época para observarlos y, con un poco de suerte, hacerlo desde muy cerca.Con el calor los insectos son abundantes y las aves se muestran muy activas, además la poblaciones están repletas de aves nuevas e inexpertas con más hambre que precauciones.

Basta circular con el coche o moto con precaución por las zonas en que hay presencia de chotacabras (pastizales/herbazales con árboles dispersos) hasta sorprender a alguno descansando en mitad del camino. Si tenemos un poco de suerte podremos acercarnos bastante sin que huya. La mayoría de las veces el animal cierra los ojos y confía en que pase el peligro. En otras muchas ocasiones incluso el animal simplemente parece ignorarnos y aprovecha las polillas que atraídas por la luz le vienen volando casi hasta la boca y se ponen a dar saltitos delante nuestra mientras las cazan en el aire.