Una de los atractivos (casi diría EL atractivo) de volar drone con cámara es poder ver (aunque sea en diferido) desde un punto de vista tan exclusivo como es «a vista de pájaro«.
Eso sí, a la hora de grabar secuencias una locura. Primero y principal porque no veo lo que está viendo la cámara o el drone (todo llegará! :D) y segundo porque además no lo he visto nunca, nunca he volado por encima de La Muela o Peñas Blancas, no tengo ni idea de que, como, cuando y porqué se ve desde 300 ó 400 mts de altura.
Sí, me lo puedo imaginar pero en casi todas las ocasiones después de imaginarlo y poner el drone en el sitio, con la cámara en el ángulo correcto descubro al llegar a casa que el motivo de mi interés no tiene ni remotamente punto de comparación con el paisaje que hay 30º más a la derecha y un poco más alto. Así es que conseguir un plano bien encuadrado e interesante pasa impepinablemente pasa por grabar, ver lo grabado, volver a grabar.
Además al ver las cosas desde el aire se descubren paisajes que ya creías conocer y detalles difícil de percibir desde otra posición.
¿Reconocéis el lugar de la foto de arriba?. Esta a unos 8 ktms de Cartagena.