Wrath of the titans (Furia de titanes)
Acción, fantasía. Buena.
Creo que esta es la segunda parte, pero no estoy seguro, no he visto la anterior. En cualquier caso, sea o no una continuación se sigue el hilo perfectamente.

Una película de acción basada en (otra vez) los mitos griegos, concretamente en el personaje de Perseo cogiendo algo de aquí y de allá, reinventando otro generoso puñado de cosa y tan felices. Perfecto, no seré yo quien acuda al cine a ver estas películas con intención de enterarme fielmente de los entresijos de la mitología griega. Si este es también su caso, estupendo porque podrá ver una película animada, con buenos efectos especiales, buen ritmo y sin grandes pretensiones académicas. Perfecta para pasar un buen rato.
Como ya conté en la anterior Los Inmortales no me gusta esta estética tenebrosa, oscura y tétrica aplicada a unas fábulas que crecieron y se narraron a orillas del mediterráneo, de casas encaladas de blanco, luz, plantas aromáticas y veranos permanentes. No, para nada es la imagen de la mitología que yo tengo en mente.
Me toca la moral también de especial manera también la vulgarización y el medio-peo en que convierten a (nada más y nada menos) que Zeus, sinónimo de Dios, de Sol, padre todo lo que habita la tierra… el DIOS por antonomasia aparece aquí en un decrépito Liam Nelson (coño, que lo vimos hace cuatro días que se lo estaba comiendo un perro) y convertido ahora en poco más que un vejete barbudo y enclenque con un palo que echa chispas. Por Zeus! O al acojonante Hades, personificación misma del mal, de las tinieblas y la noche, cuyo nombre bastaba para referirse al mismísimo infierno y que aparece aquí en un sosísimo Ralph Fiennes al que solo le falta decir: “Mi mamá dice que el infierno es como una caja de bombones!“.
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Los mercenarios (the expendables)
Acción, lucha. Muy mala.
Este película tiene ya 1-2 años. Cuando la estrenaron mi primera impresión fue “una del Estalone dando tortas, ni gratis!“. Pero llega la segunda parte (en cartel actualmente) y empiezan a hablar de si parodia autoreferente, de si ironía sarcátisca del cine de acción más grotescamente macarra, de si vivero de esteroides/m² digno del guinness.
-“Quizás la prejuzgué mal!
me digo,
-“Una de mamporros hecha deliberadamente mamporrera puede ser divertida!“.

Para nada, mal hecho, la primera impresión fue la buena. Ignoro si la segunda parte es tangencialmente distinta (comprenderá ni nulo interés por averigüarlo), pero esta es una burda y simple película de mamporros, y de las malas. Aún siendo muy generosos y considerando que en sí misma una película se convierte en parodia por el simple hecho de contar con Silvester Stallone en el casting, aún ni por esas se debería salvar esta película de la quema el día que llegue la revolución social de San Gordillo.
Mala y aburrida ¿como será que los mejores actores son los musculitos?.

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