Los polluelos de gorrión del nidal están en sus últimos días antes de echarse a volar.
Hace dos días murió el tercero de los polluelos, por lo que solo quedan dos. Durante estos días el cadáver del tercer polluelo ha sido ignorado por sus hermanos con una frialdad sentimental que solo un gorrión es capaz de desplegar (bueno, quizás en la sociedad gorrionil usar al hermano muerto de cabecera es símbolo de respeto y afecto, vaya usted a saber).
Esta tarde cuando ya se disponían a dormir la familia de dos polluelos+madre gorriona (el padre se fue por tabaco hacia los 7-8 días de eclosionar y todavía no ha vuelto) la gorriona se ha propuesto lanzar el cadáver por el agujero de entrada (sin conseguirlo) y nos ha ofrecido uno de esos espectáculos salvajes y grotescos en los que ningún animalista piensa cuando idealiza la bucólica vida silvestre.
Actualmente si conectáis con el directo de la cámara (ver columna de la derecha) vereis que el polluelo está todavía en la entrada del nidal. Aunque supongo que tardará poco en terminar de sacarlo por la mañana
Sí, yo cuando me reencarne también quiero ser un alegre gorrión, pero un gorrión de los buenos, de los que viven.