Las variedades cultivadas de esta Lobularia maritima se ha popularizado mucho en la moderna jardinería mediterranea, y en las rocallas en las que se desarrolla bien es realmente espectacular, formando macizos de florecillas blancas sorprendentemente densos, e incluso desarrollando tallos leñosos.
En el campo Lobularia maritima es una planta herbácea, fragil y que raramente forma cuerpos compactos de flores. Desarrolla tallos debiles y quebradizos que se entremezclan y «trepan» por la vegetación leñosa que tienen cerca ó entre las rocas de los roquedos en los que crecen con lo que acaban conviertiendo en micro-jardines salpicados de florecillas los rincones en los que crecen.
Exceptuando la temporada más dura del verano es posible encontrarla en flor en casi cualquier época del año, especialmente en zonas húmedas, orillas de ramblas, pastizales en umbrias, etc… Si la encontrais no dejeis de acercaros a olerla, personalmente me encanta su olor. Hay pocas fragancias tan dulces sin llegar a ser empalagosa como la Lobularia.