Llevo una temporada oyendo hablar sobre el incombustible tema de la manipulación fotográfica (tanto a favor como en contra, pero predominantemente esto último. No daré nombres ni enlaces por no incordiar) referida claro está a esa alteración digital de la imagen de una fotografía mediante programas de retoque fotográfico como GIMP ó Photoshop.
Me gustaría hacer hincapié en el adjetivo digital, porque es significativo destacar que quienes se oponen a la manipulación digital de una fotografía no tienen porqué oponerse a la manipulación óptica de esa misma fotografía. Por ejemplo, están en contra de superponer un degradado al paisaje con ayuda de la herramienta «gradient» de GIMP/Photoshop pero les parece artístico (y hasta recomendable) superponer el mismo gradient en forma de filtro Cokin sobre el objetivo. Sus motivos tendrán.
Personalmente esta es una discusión que, sinceramente, me aburre un poco, pero no quería dejar pasar la oportunidad de dejar caer por aquí algunas ideas ó conceptos que convendría tener en cuenta antes de tachar una imagen como falsa ó manipulada. Es un tema recurrente, que se repite una y otra vez… y lo seguirá haciendo.
¿Y saben lo mejor? no es un tema exclusivo de la fotografía naturalista, ni siquiera de la fotografía. Es un tema que se ha discutido también muchísimo en los infografia/3D y esto dá idea de lo ridícula que puede llegar a resultar esta cuestión de la manipulación fotográfica ¿hablar de manipulación fotográfica en infografía?, pues sí.
Tristemente durante muchos años (ya perdí contacto con este asunto) se produjo un ataque muy feroz y agresivo (casi diría que cruel) hacia aquellos infografistas que presentaban imágenes 3d (renders) que previamente a su publicación habían sido retocados en Photoshop. A decir de algunos los renders debían presentarse sin manipulación posterior, es decir, tal cual eran producidos por 3DStudio (Lightwave, Maya, Blender, etc…). De tal manera que cualquier efecto de postproducción tipo «glows», «lens flares», auto-contraste, saturación, etc…, eran mal vistos si se ejecutaban a posteriori.
Efectívamente ha oido usted bien; una infografía, la manipulación digital por antonomasia, menospreciada, abucheada y vilipendiada por descubrirse que había sido manipulada «digitalmente«. Ver para creer.
La crítica era tan ridícula que dejarla en evidencia resultó rematadamente simple: Sigue leyendo…