El otro día, estando escondido para hacer unas fotos, una pareja de Tórtolas (Streptopelia turtur) se estrelló contra mí, tal cual, contra mí cabeza para más señas (sí, vale, soy cabezón, pero creedlo: había mucho espacio para volar). Concretamete eran dos machos que llevaba tiempo observando como se peleaban a mis espaldas, enzarzados en un arbusto, golpeandose contra el suelo, … chocando contra el fotógrafo… en esta época no atienden a diplomacias ni negociaciones, viven un simple: si te acercas mucho a mi hembra, te sacudo. Literalmente.
Macho (atrás) cortejando a la hembra (delante)
Cuando una hembra entra en celo, comienza a recorrer los árboles que puedan servir de alojamiento al nido, recolecta ramitas y construye un nido plano y tan simple que apenas sirve para albergar los 2 huevos que ponen (son muy frecuentes los accidentes de huevos caidos del nido).
Llegado el momento la hembra «solicita» al macho para que la fecunde y en ese momento, el macho que esté a su lado se llevará el gato al agua. Es por esto que durante este proceso todos los machos que anden cerca tratarán no solo de estar a su lado, sino de ser los únicos que están a su lado, y para lograrlo protagonizarán verdaderas peleas de gallos, en las que un macho con algo de mala suerte puede llegar a salir bastante mal parado (en ocasiones varios machos pueden tomar al mismo por rival y atacarlos todos al mismo tiempo). No es raro que al terminar el periodo de celo aparezcan machos con alas ó patas rotas, tuertos, etc… Sigue leyendo…