Lo reconozco, soy bastante maniático con algunas aplicaciones del escritorio, será la edad. Por ejemplo, si tengo una carpeta llena de fotografías, el 99% de las ocasiones, cuando haga doble clic sobre alguna de ellas será para visualizarla, no para editarla, retocarla, modificarla, y además quiero verla ya! no dentro un rato (aunque sean 2 segundos).
Además, el 99% de las ocasiones en que visualice una imagen, no voy a rotarla, ni reescalarla, ni cambiar el formato, etc… entonces me sobran todos los botones. Solo quiero verla. Punto.
Idem con los archivos de vídeo ó música.
Por esto, cada vez que instalo un KDE, aunque no sea siquiera en mi máquina, lo primero hago es corregir la asociación de abrir vídeos con el dichoso Kaffeine y pasarlo a Mplayer y la apertura de imágenes a Gqview.
Gqview viene en los repositorios oficiales y se incluye en el DVD de OpenSuse, pero no se instala por defecto y son apenas 2 megas.
Es un visor/explorador de imágenes, que soporta todos los formatos más comunes (incluidos RAW y SWF) con 4 opciones elementales y varios punto fuertes:
– La interfaz podeis reducirla a la mínima expresión, sin menúes ni herramientas.
– Todas las acciones tiene asociado su atajo de teclado o/y de ratón (F pantalla completa, rueda del ratón avance/retroceso, + – Zoom in Zoom out, etc…)
– El menú de contexto admite la inclusión de sencillos script/ordenes para personalizarlo a nuestro gusto.