Niños rezando

Es cierto que educar es como lanzar semillas a la tierra: quizás fructificarán, quizás no. Pero la labor es grata, al menos para los que nos gusta el campo y la jardinería, además de la educación.

Lo cierto es que no son buenos tiempos para la educación, ni tampoco para la jardinería ni el campo, en estas tierras de Murcia, semiáridas en muchos aspectos, Sigue leyendo…