La Gomera es muy bonita, pero si tuviera que elegir una isla canaria (de las dos que conozco, aprox.) sin dudarlo, me quedo en El Hierro. No me importaría pasarme un par de años por allí con cualquier beca del departamento de botánica (incluso de entomólogía) de alguna universidad ( desprendido que es uno ).
El Hierro es mucho más llano que La Gomera (un servidor sufre de urticaria cuando vé una cuesta, arriba se entiende), más pequeño (no demasiado), más seco y áspero (lo que la mantuvo a salvo de saqueos piratas, dicen que Francis Drake se volvío sobre sus pasos cuando vio el panorama) y sobre todo más alejada que ninguna otra. Aquí, en el cabo de Orchilla, se situó durante muchos años el fin del mundo occidental, hasta que Colón descubrió que más allá los monstruos no tenían escamas sino que hablaban yanqui. Vamos, el lugar perfecto para desterrar a personajes molestos. Mas tarde, los ingleses decidieron que el meridiano cero pasaba en realidad por Greenwich (que casualidad). Ahora en Orchilla solo queda un triste monumento en medio de un campo de lava y a la orilla del mar que lo recuerda. Sigue leyendo…