Tantos años atacando al movimiento ecologista hacen mella y desgastan a cualquiera. Los neo-conversadores cansados de contaminar y de insultar al que se queje, deciden reinventar la rueda (sección mecánica de Leroy Merlin) y de paso el movimiento ecologista (planta quinta, sección hippie-super-rebelde).
Ahora son los «nuevos ecologistas» se hacen llamar BrightGreen y están a favor de la energía nuclear. Construyen gigantescos aviones ecológicos de élite y hunden portaaviones en el mar para hacerles un favor a los peces (a ver lo que tardan en proponer derretir los polos para favorecer la cria del camarón de agua dulce).
Por vender que no quede.
Se acaba de estrenar en EEUU la película «An inconvenient truth«, centrada alrededor de la campaña contra el calentamiento global que Al Gore llevó por los EEUU. Efectivamente, Al Gore, el ex-vicepresidente de EEUU, el mismo que con Bill Clinton se negó a firmar el protocolo de Kioto.
Y es que no hay nada más peligroso que un neocons metido a ecologista BrightGreen, y sino que se lo digan a Valcarcel (presidente de Murcia-Que-Hermosa-Eres) que lo están poniendo del color del BrightGreen los constructores de la recién paralizada Zerrichera, un proyecto en la costa de Murcia que pretendia preservar de la extinción el ecosistema de praderas de cesped, grama y hoyo con banderita. A ver donde hibernan ahora los gordos tordos alemánes!!