Me he levantado de la cama, solo, de puro aburrimiento. Había mirado el reloj-despertador como cinco o seis veces antes de incorporarme y maldecirlo. El dichoso cacharro se vuelve loco cada vez que hay algun pico en la corriente electrica, y termina marcando la hora que le viene en gana. Ahora marca las 14:05, pero sigue siendo de noche.