Sigo escaneando diapositivas así es que aprovechando la ocasión os voy a enseñar algunas. Porque, al margen de la calidad ó la técnica de la propia fotografía, la parte más sabrosa suele ser la que no se vé. Y como en muchas películas, suele pasar que el making-off resulta más entretenido que la propia pelicula, lástima del director.

Hace ya unos años, se me ocurrió la feliz idea de realizar un reportaje fotográfico acerca de la biología del mosquito, Culex molestus. La idea era bien sencilla, capturar en imágenes todos y cada uno de los aspectos más representativos de la vida del bicho. Asi es que en un pequeño acuario que tenía por casa empecé a meter larvas de mosquito de las charcas cercanas, para engordarlas en casa y así ir fotografiando cada fase del estadio larvario hasta al eclosión del adulto, para tormento de Merche y cachondeo generalizado.

Mosquito

Las larvas de mosquito son realmente fáciles de mantener. Un poco de agua verde y listo. Los gusarapos subsiten alimentandose de algas verdes y de las paredes del acuario y del fondo y dependiendo de la temperatura del agua, hacia las 2-3 semanas aparecen las ninfas, el último paso antes de emerger el adulto.
En esta primera foto se aprecian perfectamente las patas y la trompa plegadas dentro de la cápsula. En este estadio la larva necesita mucho oxígeno, así es que se pasa la mayor parte del tiempo en la superficie respirando por unos cuernecillos con los que «pincha» la película superficial del agua. Asi pasan dos o tres dias. No se alimentan y tan solo se mueven para sumergirse cuando detectan vibraciones en el agua.
Las ninfas eclosionan al anochecer, de tal manera que antes de la salida del sol les dé tiempo a los nuevos adultos de completar el «parto» y tener las alas en condiciones de poder echar a volar.
Al principio, cuando se produjeron las primeras eclosiones me pasé varias noches esperandolas. Pero al poco tiempo, habia tantas que se producían a todas horas, ya fuese de dia o de noche.

La eclosión es algo bastante curioso de observar: Unos minutos antes, la larva se queda inmovil en la superficie y empieza a romper la piel por la zona en contacto con la superficie abriendo un agujero, como un poro en el agua, por el cual empieza a salir «a presión» el mosquito adulto. El proceso dura unos 10-15 minutos, pero no resulta nada facil de fotografiar.
Para empezar, la propia tensión superficial del agua, evita que la eclosión se produzca cerca del cristal. Por otro lado el area de enfoque de la camara a estas ampliaciones se encuentra a unos pocos centimetros del frontal del objetivo y resulta imposible enfocar todo lo que se encuentra a poco mas de 5 centímetros del objetivo. Además, a estas escalas de macro-fotografía no se enfoca rotando el barril del objetivo sino alejando ó acercando el motivo de la cámara ó desplazandola sobre un rail. La profundidad de campo es de tan solo unos milímetros, y para colmo al situarse la camara literalmente sobre el objeto ahi que cuidar mucho la posición de los flashes para que el objetivo no proyecte sombras sobre el motivo. Un movidón vamos. Y además en Agosto.
Asi que se pueden imaginar el plan: Metido en una habitación, cerrada a cal y canto para que no escape ni el aire, a 40 grados, arrastrando una camara-tripode-flashes y objetivo que con los tubos de extensión+anillos debe rondar los 30 centímetros, intentando fotografiar un mosquito que basta que gire la cabeza para que se salga del enfoque y a ras del agua. Y al otro lado de la puerta una voz: «HE VISTO UN MOSQUITO!!»

Mosquito (pupa)

Sinembargo, al contrario de lo que pudiera parecer, los mosquitos recién nacidos no están sedientos de sangre, que más quisiera yo. Al revés, intentan por todos los medios largarse del lugar. Y ahí tengo que andar: fotografiando un mosquito emerger y matandolo en cuanto que remonta el vuelo. No hace falta que les diga que las cuatro fotos corresponden a cuatro individuos diferentes.
Además, el personal es muy ignorante. No todos los mosquitos pican. Ni siquiera se alimentan de sangre, sino que la necesitan para la formación de la puesta de los huevos, por lo que son las hembras las encargadas de amargarte la noche (aviso: cualquier paralelismo mosquito-humanos corre por cuenta del lector. Un servidor ya tiene bastante con darle argumentos para dejar volar sus fantasias).
Los mosquitos se alimentan de nectar y otros jugos vegetales. Los machos, a diferencia de las hembras poseen unas antenas en forma de pluma bien visibles a simple vista (la tercera foto corresponde a un macho), tienen el cuerpo mas delgado y se dejan ver menos. Asi que, antes de dar el proximo manotazo a un mosquito cercionese al menos de si se trata de una hembra o de un macho. A este ultimo, solo lo puede culpabilizar de ir de flor en flor. Las cosas como són.

Con todo esto, ya tenías mas que menos retratado todo el ciclo de larva-adulto del mosquito. Solo me faltaba la foto del delito, del mosquito (no quiero reincidir en el sexo del bicho) chupando (¿entienden porque no reincido?). Asi es que una noche nos fuimos a Calblanque que, entre otras muchas cosas, es famosa por sus nubes de mosquitos (a quien se le diga…). De aquella redada pude coger suficientes mosquitas sedientas de sangre que me traje en un bote a casa donde pude hacer algunas fotos de los bichos chupando sangre de mi brazo. Total, por aquel entonces yo estaba ya inmunizado de tantos picotazos recibidos. Pero no Merche. Por eso antes de volver a casa tuvimos que desviarnos y pasar por urgencias a que le pusieran algun antidoto. Pobre, todavía se acuerda de aquella noche cada vez que vé un mosquito.