Revueltos de Galicia, o no.
martes, 4 de octubre de 2011El otro día llegando a la altura del campo de Cartagena cumplíamos los 3.333 ktms de viaje y 33 kms más tarde ya estábamos de vuelta en casita después de una semanita por Galicia. Nos dejaron una casa en El Ferrol y desde allí hemos estado recorriendo las rías altas hasta casi Asturias y hacia abajo hasta el mismísimo Finisterra, los alrededores de la ria de Ares, los interiores de las fragas del Eume y comiendo y bebiendo como si se fuera acabar el mundo el día 27.
Nos ha hecho un tiempo excelente. Mejor que en Cartagena (claro, si admitimos que buen tiempo es sinónimo de no-lluvia, que es muy discutible) y estando como estamos prácticamente fuera de temporada las carreteras y el monte estaban desiertos. Eso sí, reconozco que las manías y prejuicios que tenía cuando me fui siguen ahí atrancadas e incluso diría que con salud mejorada.
Uno de los reproches que más frecuentemente se les hace los gallegos es su consabida habilidad para responder a una pregunta con terminos difusos, poco claros, vagos, cuando no directamente te responden con otra pregunta y te vuelves con más dudas de las que tenías antes de hacer la pregunta. Esto es una verdad incuestionable y salta a la vista según entra uno a Galicia.
Llegando, a pocos metros ya de casa nos fuimos haciendo cargo de la que nos esperaba cuando leimos un cartel de tráfico que apuntaba a OSINO. Madre mía! -dije yo- sino se ponen de acuerdo en algo tan simple espérate que digamos de ir más lejos, la respuesta a la gallega no se hizo esperar, el siguiente cartel decía A Coruña O Ferrol, – Gensanta! ¿Es que no saben ni pa donde van las carreteras? –
Estos son algunos de los sitios que visitamos y algunas de las fotos.
Fisterra
O Finisterra como dicen los castellanos es hiper sobradamente conocido, pero había que ir. Es era el límite occidental de la tierra para los romanos aunque mediciones recientes parece que apuntan al cabo contiguo como el más occidentalizado (por unos metros únicamente).
El problema que tiene Fisterra es el mismo que tiene un campamento de gitanos: está lleno de gente haciendo hogueras y buscando su lugar en mundo.
Hasta ahí todo correcto. Todos sabemos que longitud 9,21º W es infinitamente más apropiada para la meditación y la fogata transcendental que las vulgarmente e insufribles 0,9ºW de Cartagena. Lo que no entendía es el insoportable pestazo a rueda quemada que echaban las hogueras, todas, de los que dan dolor de cabeza, y había unas cuantas.
Luego de un intenso debate sobre si las hogueras se apagarían mejor echandoles perroflautas ó beatos-Benedictinos nos contaron que existe la costumbre (llamale costumbre, llamale gilipollez) de quemar allí las botas con las que se hizo el camino de Santiago (creo que la costumbre la patrocina Decathlon). Acabáramos.
Ahora entiendo este pestazo de suburbio industrial junto al faro y porque tantas restos «negros» de hogueras por todo el lugar.
Me consuelo pensando que algún dia la humedad de la zona y el suelo plastificado negro llegará a cubrir de tal manera las rocas que convertirá en un increible tobogán-mortal todas aquellas laderas junto al mar justo el día en que un grupo de Orcas en migración post-nupcial pase por debajo.
Estaca de Vares
Escrito indistintamente con B ó V es otro cabo con récord célebre ya que presume de ser el punto situado más al norte de España (por tierra, se entiende) y ser además el punto a partir del cual el Atlántico pasa a llamarse Cantábrico. Pues vale. La diferencias son abrumadoras: aquí solo nos cruzamos con una pareja de tortolitos que me pidieron que les hiciera una foto porque no llevaban cámara. Sic. Increíble pero cierto (eso sí, llevaban una sonrisa de haber fumado un bote de perejil que tiraba de espaldas o de haber llorado de felicidad, que todo es posible).
Estaca de Vares es un cabo que recuerda bastante a nuestro cabo Tiñoso por las vistas al mar, el paisaje, los montes pelaos y mar en calma. Dada su ubicación de vanguardia peninsular es zona de llegada de bichos que vuelan procedentes del norte y que toman tierra físicamente agotados. Sino no se explica que un pequeño Mosquitero llegara volando a posarseme en el hombro, se acicalase un poco, sacudiera las plumas y siguiera volando.
Las playas
Esta es la parte que más nos gustó. Gracias al por culpa de su clima y gracias a las presiones/denuncias de los movimientos sociales y ecologistas las costa parece que se va salvando de las aberraciones urbanísticas a las que nos tienen acostumbrados nuestros concejales de urbanismo. A pesar de que la orografía es en general bastante abrupta disponen de multitud de playas de arenas finísimas y con la sorpresa añadida del constante cambio que suponen las mareas. Nos bañamos en la playa de San Jorge y nos remojamos en Doniños, Catedrais, Redes, etc…
Como buen mediterráneo el tema de las mareas siempre me ha llamado mucho la atención cada vez que he visitado el Atlántico, al menos casi tanto como ver esos bosques de castaños y las praderas de grama entrando casi en el mar.
En esta época es facil ver gente que se acerca a la playa a tomar el solecito, pero es raro ver a alguien meterse en el agua. Si ven a alguien bañarse es más que probable que: a) se trate de turistas murcianos que se piensan que aquello es como las playas de Mazarrón ó b) un algún viejete que al verte con la cámara de fotos ha corrido a meterse en el agua y que está deseando que lo entrevistes para contarle a mundo lo bien que se conserva uno gracias a su sana costumbre de congelarse el aparato testicular con agua fria y sal. Como Walt Disney pero en pobre.
Las fragas del Eume
Una fraga es un bosque denso, espeso, caducifolio, en el que apenas llega la luz al suelo. Tradicionalmente Galicia disponía de multitud de estas fragas por todas partes, hoy es algo realmente escaso, limitado a superficies minúsculas, residuales que sobreviven en rincones apartados o demasiado escarpados para otra actividad. En vista del plan hace pocos años (1997) decidieron declarar Parque Natural los alrededores de las orillas del rio Eume donde habian logrado salvarse de la desastrosa política forestal que asoló (y asola) Galicia algunos de estos bosques autóctonos.
Aunque dispone de rincones fabulosos el aspecto general del parque es bastante triste. Situado a la sombra de una enorme presa hidroeléctrica (con los consabidos cambios bruscos en el nivel rio) y sembrado de sus correspondientes instalaciones industriales (tendidos eléctricos por todas partes, recintos vallados, caminos), contigua a una gigantesca mina a cielo abierto para extracción de andalucita (el mineral, no un señor de Jaen), con cotos de caza mayor a su alrededor y cotos de pesca con muerte en un río sobre el que hay que realizar aportes de cal que corrigen su acidez extrema y procedente de los vertidos rio arriba y que envenena a las poblaciones de peces. Muy descuidado en su mantenimiento, con basura por todas partes, incluido el río, señales de senderismo y caminos marcados con spray azul sobre los árboles/rocas y con carteles de madera clavados a púa sobre los troncos.
El parque se recorre con tranquilidad en un par de dias y se puede acceder a su interior desde varios pueblos de alrededor. En su interior se encuentra el monasterio de Caaveiro, que (sorpresa) es el lugar más visitado (con diferencia) del parque.
Predomina en general la vegetación autóctona, pero hay laderas enteras dedicadas casi en exclusiva al monocultivo de Eucalipto, y su presencia en todo el parque es constante en todas las zonas, lo que resulta doblemente triste al tratarse de un espacio natural, protegido, gestionado y dedicado a la flora gallega.
Fin
Es impresionante el desastre forestal del bosque gallego. La presencia (al menos en la provincia de Coruña) de los Eucaliptus es abrumadora, monopolizando montes enteros, laderas, sierras, … y relegando a márgenes y vaguadas a los castaños, robles, acebos, etc… A la sombra del eucalipto apenas sobreviven hiedras y plantas rápidas. Y lo peor es que la situación no parece que vaya a cambiar a medio-largo plazo. La mayoría de estas plantaciones crecen en pequeñas parcelas de propietarios que se desentendieron hace tiempo de su parcela y que periódicamente reciben del maderero de turno un pellizco por la tala y replantación de sus terreno.
Ironias de la vida: una situación promovida durante años por el impresentable ICONA (Instituto para la conservación de la Naturaleza) y un señor llamado Fraga, que en lugar de cultivar su nombre decidió que lo que Galicia necesitaba era producir celulosa a patadas.
Bonita herencia dejó uno y va a dejar el otro.
Bajo la etiqueta Galicia2011 he colgado y seguiré colgando fotos del viaje. Enlace directo a la etiqueta Galicia2011
manuti
#1/ 04 de October/2011 a 11:27:44
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¿No fuiste a las islas Cíes?
Trebol-a
#2/ 04 de October/2011 a 11:32:40
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No, recuerdo que en algún momento de la preparación del viaje salió la posibilidad de ir a bucear por allí, pero se quedó en el cajón olvidado.
José Antonio López
#3/ 04 de October/2011 a 12:47:33
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Que estarías haciendo para que un mosquitero se te parase en el hombro! Muy buen reportaje, en el que no has captado ni la basura, tendidos eléctricos y demás cochinerias que cuentas. Salvo el bosque de eucaliptos, que visto así en tu fotografía hasta no parece tan malo.
Trebol-a
#4/ 04 de October/2011 a 13:45:33
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Pues se entiende que cuando te plantas a ver el paisaje te mueves menos que un arbusto! pero hay testigos, eh! que se estuvo un buen rato acicalandose sobre mi bolsa de fotografía y el hombro! que lleguen agotados del vuelo marino también debe ayudar!! jeje
Había una auténtica lluvia de Gorgojos spp. durante todo el tiempo que estuvimos allí. Creo que alguno incluso a llegado a Cartagena.
Paco
#5/ 04 de October/2011 a 17:57:00
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"...Esto es una verdad incuestionable y salta a la vista según entra uno a Galicia."
¿Qué verdad es esa que dice usted incuestionable?
:-)
No sé por donde empezar ni cómo expresar en pocas palabras que me he reído a carcajadas con buena parte del texto y emocionado a bocabierta con las imágenes (deliciosas, las más).
Hecho.
Buenismo.
PD: Debería (yo) visitar blogs con más frecuencia. Hoy hice tres visitas, con la suya de usted, y la verdad es que lo he pasado en grande.
Gracias.
Trebol-a
#6/ 04 de October/2011 a 21:24:27
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Gracias a tí por tus comentarios.
Pasase usted cuando quiera sin compromisos, que para generar obligaciones a Hacienda y me sigue sobrando! :D
Juan
#7/ 05 de October/2011 a 07:30:32
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jejeje, que buen reportaje trebol. Las fotos preciosas, a ver si pones algo de fauna que hayas podido hacer.
Espero que la mala leche que rezuma el post te entrara ya en casa recordándolo y no allí, y lo hayas disfrutado plenamente. Es una pena lo poco que han cuidado algunas zonas del norte que serían espectaculares de otra forma. Creo recordar (aunque hace años ya) que la zona lindante con León estaba mejor conservada, aunque igualmente, predominio de eucaliptus en muchos montes.
Trebol-a
#8/ 05 de October/2011 a 11:56:06
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Gracias Juan,
más que "mala leche" que parece que suena muy heavy digamos que es un lamento por algo que podría ser y están perdiendo los gallegos (y el resto).
Si ciertamente la zona interior de Orense y Lugo, los alrededores de Los Ancares, cercanias a Zamora y Portugal están infinitamente menos "industrializadas forestalmente". Es más pinar que eucalipto.
Saludos.
Jesús Dorda
#9/ 05 de October/2011 a 17:40:36
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Lo peor que me traje de Galicia es que uno va pensando en encontrarse "el bosque animado" y se encuentra "El bosque inanimado", cubierto enteramente por eucaliptos. Además, el pasado año, rodeado a diario por incendios entre España y Portugal.
Saludos
Glocoru
#10/ 05 de October/2011 a 21:22:48
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Me han encantado las imágenes y el texto. La verdad que condensa muy bien lo que le ha pasado al bosque gallego, y en parte también al asturiano :( porque nos "venden" el verde de Galicia pero... no es verde todo lo que se ve y parece que allí no haya problemas forestales.
21 de November, 2024 @ 10:28