Petirrojo
jueves, 16 de diciembre de 2010Siendo naturalista adolescente (ó adolescente naturalista, lo que vd. prefiera), con 13-14 años, recuerdo atrapar un pequeño Petirrojo en casa. Lo metí en una jaula y me lo llevé en medio de un huerto de limoneros que teniamos junto a la casa. Puse la jaula en el suelo, justo en mitad del territorio de otro Petirrojo que por allí vivia, y me escondí cerca, a ver lo que pasaba. El escondite duró poco.
Y nunca mejor dicho: los acontecimientos se precipitaron en minutos, se precipitaron en forma de Petirrojo celoso que comenzó a atacar sin contemplaciones una jaula en la que un pobre pajarillo preso se mantenía paralizado por el miedo tratando de mantenerse lejos de las paredes de barrotes. Los topetazos y embestidas del pájaro libre contra las paredes de la jaula eran de tal calibre que llegué a temer por su vida, por la vida del de fuera.
Rápidamente liberé al cautivo y aprendí una de mis primeras lecciones de naturalista: los Petirrojos no saben abrir la puerta de una jaula, ni para salir ni para entrar.
diminutoblog
#1/ 16 de December/2010 a 17:18:06
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Para tener esa edad son de valorar, al menos, dos aspectos, pienso:
1/ Que sabías lo que estabas haciendo, y por conocer de la feroz territorialidad de estos pajarillos.
2/ Que actuaste con cordura al liberarlo, algo raro en un chico de esa edad.
Qué bueno. Sí.
macroinstantes
#2/ 17 de December/2010 a 02:59:12
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Bonita foto.
14 de November, 2024 @ 12:13