Hippocampus, caballito de mar
martes, 4 de septiembre de 2012Tengo que reconocer que este domingo salí a bucear por El Portús algo más motivado de lo habitual después de que Copépodo nos dijera que había fotografíado un nudibranquio en La Azohía en una ubicación que le había comentado yo, que no he visto todavía ninguno. Y vaya, hubo suerte.
Ver un nudibranquio en buceando en apnea es complicado, pero ver un Caballito de mar (Hippocampus gutulattus) es, tristemente, mucho más raro.
Recuerdo que en las casas del Mar Menor hace años era costumbre común colgar de pequeñas puas en la fachada uno o más caballitos secados al sol, que quedaban ahí perpetuamente decorando la casa junto con alguna estrella de mar que algún día fue roja.
Cuando hablamos del tema con Miguel&Cristina de la asoc. Hippocampus se te cae el alma a los pies. Cada año se organizan en el Mar Menor voluntariado para el seguimiento y censado de las poblaciones y el voluntario que consigue ver uno ya se puede dar contento.
El domingo, cuando saliamos del buceo nos cruzamos con un amigo, buzo profesional, le dijimos: «Hemos visto un caballito!» – «¿Sí? ¿se lo habeis dicho a alguien?» -«No, ¿que pasá?» -«No se lo digais, se los llevan!«.
A los caballitos les pasa lo que a las tortugas de tierra, son animales mansos, tremendamente fáciles de coger y que resultan simpáticos hasta morirse. Para colmo parece que los alevines como otros muchos pececillos buscan refugio entre las «faldas» de las enormes Cotylorhizas y Rizhostoma que aunque inofensivas se sacan a toneladas del interior de la laguna cada año. Algún día, se van a estimar los millones de alevines que mueren en estas operaciones y nos vamos a llevar una sorpresa.
Copépodo
#1/ 06 de September/2012 a 12:22:06
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Me paso para insistir en que "Caballito de mar II" me ha encantado. Lo que no gusta tanto es cómo se los trata. Una pena.
Jesús Dorda
#2/ 06 de September/2012 a 14:52:11
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Cuando yo era un chaval, hace más de 40 años, eran muy abundantes en el Mar Menor. Casi no había día de playa (por llamarle algo) que no encontrásemos alguno. Para que no sacásemos los animales vivos para secarlos, mi padre nos llevaba a la lonja de Lopagán porque allí siempre se encontraban tirados entre los descartes del pescado al limpiar las redes.
Claro que entonces había praderas de pequeñas fanerógamas y muchísima acetabularia que crecía sobre conchas vacías de berberechos (chapinas), donde caballitos, peces aguja, chirretes e incluso fartets procedentes de las cercanas salinas, buscaban su comida.
Con la creación de playa con arena traída de fuera se terminaron las algas y todo lo demás. Pero eso sí, llegaron muchísimos turistas.
Trebol-a
#3/ 06 de September/2012 a 16:57:27
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Gracia Copépodo,
Amén Jesús, no podías haber retratado mejor los años en que los caballitos eran comunes. Nosotros hemos sido más de la costa oeste (Mazarrón), pero tengo grabada en la retina las casas a la orilla del mar de Los Nietos e Islas Menores con su caballito seco en la fachada.
Glocoru
#4/ 09 de September/2012 a 20:16:23
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Me encantan las fotografías. Uno de mis objetivos es ver alguno pero vamos... casi imposible, lástima que sea tan difícil verlos y que, como comentas, la extracción de toneladas de medusas esté provocando un impacto del que todavía no se es consciente. La solución a las medusas poco tiene que ver con extraerlas y sí con la prevención de la contaminación pero como decía Jesús, lo que hay que hacer es traer turistas y el resto ya se verá....
21 de December, 2024 @ 16:25