Dos fotos que son como el negativo una de la otra, y en más de un sentido, lo que para unas plantas es un desastre es una oportunidad para la que está a su lado.
Sí, lo que tuvimos este año pasado y que ya se va acabando (muy despacito, sí) fue una terrible sequía seguida de una fabulosa ola de calor. Y tambíen una estupenda criba darwiniana de especies de flora y fauna. A muchos les gusta presumir de los endemismos que pueblan nuestros montes pero a pocos se les ocurre aplaudir la climatología que los produce.
Este año que empieza muchas plantas que siguen vivas estarán menos sombreadas y recibirán más sol que el anterior, tendrán acceso a más agua, a más nutrientes y a un generosa capa de materia orgánica en descomposición procedente de los troncos de pinos de repoblaciones de gente bienintencionada que este año o el que viene volverán a replantarlos. Pero no creas, no es un ciclo que se repite at infinitum, el año que viene las plantas que este han sobrevivido serán más grandes y estarán mejor adaptadas, ocuparán más suelo y no se lo pondrán tan fácil a los putos pinicos.