El otro día leía en Twitter este motivacional de la izquierda publicado por @aberron. El mensaje no es nada nuevo, seguro que al igual que yo lo habéis visto ya en multitud de formatos, estilos, frases célebres, etc… la cuestión que plantea es traduciendo: Todos nacemos ateos, hasta que alguien empieza a contarnos mentiras. Un disparate como la copa de un pino.
Es justo todo lo contrario. Somos animales racionales, es decir, de forma innata e involuntaria tratamos de entender/comprender el motivo por cual ocurren los acontecimientos que nos rodean. Esta destreza evolutiva es extraordinariamente poderosa hasta el punto de que nos ha situado donde estamos, muy por encima de cualquier otro organismo, pero esta capacidad de razonar no es intrínsecamente buena o mala ya que depende por completo del conocimiento culturales y tecnológico del individuo que está razonando.
Un niño, un bebe, dispone de un conocimiento cultural/tecnológico muy bajo, pero razona igual que un adulto lo que lo diferencia es su «fondo» de conocimientos que el niño aún no ha adquirido (obviamente esto es una exageración, la destreza en el razonamiento además de heredada es entrenable y entrenada con la experiencia, principalmente). ¿Como reaccionará un niño cuando vea por primera vez la lluvia? pues naturalmente tratará de averiguar porqué cae agua del cielo y aplicando sus conocimientos/experiencia vital deducirá que a) «alguien está haciendo llover» b) «algo en las nubes se ha roto y está tirando agua«.
El razonamiento es correcto y pero obviamente no lo es la resolución del problema ya que esta requiere de unos conocimientos de los que carece el niño. De forma natural y espontánea un niño y por ende cualquier persona con escasa cultura/conocimientos está naturalmente predispuesto a creer en la magia y en seres mágicos que requieren un perfil cultural muy bajo para dar explicación a los acontecimientos de la vida de una persona.
Debemos desterrar esa imagen tan extendida de que de la situación de inicio o el punto de partida es ateo hasta que alguien lo tuerce porque es justamente al revés. El ateísmo no se tiene se adquiere de forma activa, es movimiento, es actividad y es conocimiento. De forma nativa somos animales, creyentes y estúpidos, es la cultura, el estudio y la tecnología lo que lo saca de la cueva para negar el Dios que nos habíamos inventado.
Esto es evidente en propia historia de la civilización, nunca ha habido tantos ateos ni tanto conocimiento.