Se han quedado descansando los de lacienciaysusdemonios.com después de escribir el post el cáncer del ecologismo. Querido anónimo autor me va a perdonar que me refiera a usted de esta manera, no he sido capaz de encontrar nombre ó pseudónimo de quien firma el post, a modo de trackback voy comentarle entre líneas algunas de tus «perlas«, al resto os invito a leer dicho post.
Dice:
si vemos la Junta Directiva de Greenpeace, lo que nos encontramos es que, de 7 miembros, sólo dos tienen estudios científicos, y sólo uno, Masse Lo, tiene estudios en Ciencias Ambientales. El resto, abogados, contables, políticos… Bueno, a lo mejor Greenpeace es una excepción, veamos el equipo ejecutivo de la WWF: el presidente, licenciado en Historia, la jefe de operaciones, en política internacional, el jefe de conservación, licenciado en economía y derecho y así podríamos seguir. Hay que rebuscar para encontrar a una biologa (aunque después se dedicó a estudiar historia y filosofía) y un zóologo.
Querido Autor anónimo, obviamente ni la junta directiva de Greenpeace ni la junta directiva de WWF es la encargada de redactar los informes técnicos con los que avalar sus campañas. No lo son ni en movimientos ecologistas de ámbito local, como para serlo en movimientos ecologistas de ámbito mundial. De verdad se imagina usted a los 8-10 miembros de una junta directiva redactando informes para todas y cada una de las campañas que Greenpeace lleva adelante al cabo de un año.
No hombre, para esos fines se suelen formar comites específicos, se delega en grupos de expertos y/o personas de confianza e incluso llegado el caso se contrata exteriormente un estudio que avale y/o analice la cuestión a tratar. Pero incluso todo esto es irrelevante e importa bien poco ya que básicamente un movimiento ecologista es un movimiento político, sus dirigentes representantes toman básicamente decisiones políticas, no técnicas, y su principal labor (a parte de la puramente organizativa) la difusión y representación no el asesoramiento científico/técnico.