Llevo dándole vueltas algún tiempo (veinte años aproximadamente) a la necesidad de participar en política institucional (en un partido o en un sindicato), pero no veo el modo. Usaré una metáfora para explicar la situación, tal y como yo la veo:
En mi pueblo hay una habitación que echa peste. Hay personas encargadas de limpiarla, pero no cobran nada por hacerlo. Los dueños de la habitación tampoco la limpian, dicen que ya están los encargados para eso. A los encargados los dueños de la habitación le han prometido regalársela, y se sabe que es cierto, que en otros pueblos los dueños de las habitaciones pestosas las regalan a los encargados de limpiarlas. Entonces los encargados de limpiarlas se convierten en dueños de las habitaciones pestosas y proponen a gente del pueblo para que se conviertan en limpiadores de la habitación pestosa. Como es fácil imaginar todo el pueblo se perjudica por la existencia de esa habitación tan pestosa, pero nadie hace nada, todos esperamos a que sean los encargados de la habitación pestosa los que la limpien, y ellos siempre dicen que la van a limpiar, pero no lo hacen. ¿Por qué? Pues muy sencillo, porque si limpian la habitación pestosa ésta deja de existir, y eso no lo van a consentir ni ellos, ni sobre todo los dueños.
¿Qué podemos hacer los vecinos? Sigue leyendo…