Si a un puñado de zagales de fiesta y borrachera les pones en un descampado 4 tiendas de campaña y se las iluminas con farolillos ya tienes montada la auténtica Feria de Abril, ya solo te faltaría restringir la entrada al botellón a los miembros de «la hermandad», privatizar el espacio que antes era público, pedir subvenciones al ayuntamiento, vestirse como una hortera y llenarlo todo de charcos y barro.
Acabada la feria de Abril comienza el festival de Mayo-Diciembre, con el payaso Rajoy que triunfa en Alemania.