Desde que soy trabajador asalariado siempre que ha habido, he hecho huelga. No recuerdo haberme saltado ni una. Se ve que forma parte de mi «religión». Sin embargo, no soy partidario de que lxs niñxs hagan huelga. Por eso, el 29 llevaré a mis hijos al cole.
Sé que, tras informarla debidamente, le podría preguntar a mi hija Nerea, con sus 7 años recién cumplidos, si le apetece hacer huelga o no, pero me sé la respuesta (como si se lo propusiera a Miguel, de 5).
Se equivoca quien piense que es un buen día para «librarse» de las criaturas un rato, ya que no vamos a trabajar. Y no solo porque vayamos a ir a la manifestación de turno. Tampoco el miedo a lo que en la manifestación puediera pasar me hace decidir que donde mejor están es en el cole. Es otro tipo de motivos.
Fundamentalmente los resumo en: Sigue leyendo…