Ya estamos de vuelta de nuestras correrías por tierras galegas. Con el cuerpo todavía molido por los 1200 kilómetros entre ambas casas y la cabeza llena de fotos y nombres. Mientras lo pongo en orden y les cuento alguna cosa disfruten con la viñeta mi tocayo Alberto Montt (cliquen sobre la imagen o aquí para ampliarla)
Via Blog sin dioses