«Una vez superado el obstáculo que suponía la conciencia de clase, hacer que los trabajadores se sientan amenazados por sus compañeros en lugar de dirigir su mirada a la
élite dirigente, que es quien decide su destino, es una herramienta de gran valor electoral aunque cobarde, cruel y miserable.»
Wyoming, ayer en Público; «Asuntos y Cuestiones. La amenaza DEL INVASOR».