Permitanme que me vaya a un extremo a cuenta del artículo en El Pais sobre la homeopatía, dice Rinzewind en su blog:
El artículo, concretamente, cae en esa falacia tan extendida en el periodismo que dice que si una persona dice que la Tierra es redonda y ligeramente achatada por los polos y otra dice que es cuadrada y hueca, hay un espacio para el debate y todas las opiniones son respetables. El título del artículo podría ser La Tierra, ¿esfera o cubo? Que un periódico de tirada nacional desperdicie una oportunidad así para informar un poco a sus lectores, en lugar de asumir que unos dicen una cosa, otros dicen otra, y la verdad estará en un término medio, es triste.
Si, ciertamente es triste, y como se suele decir de aquellos lodos son estos barros (¿o era al revés?). Tanto repetirnos lo de «no hay que irse a los extremos«, «no seas extremista«, «los extremos se tocan» y otras chorradas políticamente correctas que se acaban produciendo engendros lógicos según los cuales lo justo es equiparar la opinión del maestro y la del ignorante.
La gracia está en que luego algunos toman al pié de la letra esta filosofía que consiste en escuchar dos posiciones diametralmente opuestas para a continuación batirlo todo en la cabeza y obtener así el ansiando pensamiento-centrista-del-pequeño-saltamontes, o un artículo sobre la homeopatía que comienza diciendo (el subrayado es mio):
hay científicos y médicos a quienes esto de la homeopatía -como terapia o terapéutica natural- les parece una patraña. El Parlamento británico, por ejemplo, dictaminó en febrero que el único efecto curativo era el del placebo. Pero, además, nadie ha demostrado la vía por la cual esas bolitas -como anises- interaccionan en el organismo y llegan a variar el curso de una enfermedad.
Entonces ¿de que estamos hablando?
Sr. de El País, mucho más a menudo de lo que les gustaría en su centrista cabeza los extremos son buenos, necesarios y mejor equilibrados. Tomen partido, no tengan miedo, y a ser posible tomenlo a favor de la cultura, el conocimiento y el estudio frente a la superchería, la brujería ó la religión, pero sobretodo recuerden: si tienen que eligir entre la vida y la muerte, la mejor opción no es una enfermedad grave pero que no te mata.
También Por la boca muere el pez habla del tema.
Actualización
En MedTempus también hablan del artículo de marras del El Pais.