Cada vez que pienso en las cifras astronómicas tengo la sensación de ir perdiendo referencias. La distancia a la luna, al sol a plutón… hasta llegar a un punto en el que lo mismo me dá que la cifra lleve 10,20 ó 3000 ceros.
¿Cuantos son 40.000 millones de kilómetros? (lo que va a recorrer la nave antes de llegar a su destino). Muchos ¿muchos más que qué?
Yo que me desespero con solo ir hasta Asturias en coche, ¿que cara tendría después de un viaje (de ida) de 9 años? ¿donde estaba yo hace 9 años? cuando llegue a su destino, en el verano de 2015 ¿estaré aquí escribiendo? ¿estaré aquí?
Realmente es un acontecimiento histórico, y no deja de sorprender el poco eco que tiene en los medios, no ya el acontecimiento en sí mismo (que más o menos si que tiene alguna -poca- cobertura) sino el hecho histórico. Llevamos 3 ó 4 mil años tirando palos al cielo a ver quien llegaba más alto, y ayer en la NASA batieron de forma incontestable todos los récords habidos en las historia de la humanidad y por extensión en toda forma de vida conocida. Unos segundos para reflexionar sobre esto, horas para escuchar a un triste capitán del ejercito en Melilla decir que está muy preocupado. Así nos va.