Se acabó por fin el show-bussiness de las elecciones en USA.
Lo han conseguido. Han tenido a medio mundo atento por ver si ganaba el fascita ó el facha.Una altísima participación: 55% creo (en muchos paises, por poco menos se anulan los resultados electorales). Retransmisiones en directo y en diferido. Telediarios emitidos a pie de calle de Washington. La mitad de la comunidad bloguera posteando sobre el evento. Concienzudos análisis sociológicos y miles de millones de estadísticas cada 15 minutos. Dos candidatos y dos perfiles. Uno que no pasaría por más que un retrasado mental en Europa. El otro un «progre» entre cuyos logros figura alistarse voluntario a la guerra de Vietnam.
Y Lo han conseguido. Nos han hecho creer que el sistema democrático consiste en la libertad de poder elegir entre lo malo y lo muy malo. Pues disculpen señores pero no participo en ese juego. Si tengo que conformarme con que me muerda un perro ante la posibilidad de que me muerdan dos, antes prefiero ser yo el que muerda, es lo que se llama legítima defensa.