Por lo que se puede leer estos dias, el panorama de bitacoras parece estar mas interesado por la posición de Marte en el cielo, que por la situación de protesta contra la directiva de patentes de software en Bruselas. Resulta triste suponer que seguimos desviando la vista al cielo en espera que nos lluevan soluciones.
Para aquellos interesados no solo en mirar al cielo sino además en la astronomía, existe un programa muy interesante llamado Starry Night Backyard
Este programa muestra la cúpula celeste visible en la hora indicada desde cualquier localización terrestre. Nos dibuja hasta cuatro tipos de constelaciones en el firmamento, identifica los objetos (estrellas, constelaciones, cumulos, planetas, asteroides, etc) y muestra información técnica referida al objeto sobre el que situamos el puntero. Además si lo deseas enlaza con paginas en internet donde ampliar los datos, ver fotografias, etc… La pagina oficial del programa está en http://www.starrynight.com, donde creo que os podeis bajar una demo del programa. Necesitais tener instalado Quicktime
Además de lo que podemos esperar de un atlas celeste tiene algunas opciones que lo hacen realmente entretenido, como cambiar en cualquier momento nuestra ubicación terrestre, de tal manera que veamos el cielo tal si estuvieramos en Atenas ó en el polo Norte, y la fecha y hora de observación. Asi puedes ver el cielo que tenía sobre su cabeza Platón el dia que inauguró su Academía.
Podemos además acelerar el paso del tiempo y observar en pantalla como transcurren los planetas y constelaciones por el cielo a lo largo de la noche, los dias, los meses… Aunque la opción que más me ha cautivado sea la posibilidad de viajar por el espacio. Cuando tenemos un planeta, asteroide o incluso el sol en pantalla, pinchando sobre él podemos decirle «ir allí!». En ese momento la camara realiza un despegue de la tierra y se traslada a dicho planeta atravesando el sistema solar. Es alucinante situarte sobre la superficie del sol e intentar descubrir la posicion de la Tierra, Jupiter o Marte.
Por lo visto, resulta más facil desarrollar un software capaz de representar en pantalla miles y miles de estrellas y planetas, que uno capaz de trazar las constelaciones de doce estrellas de intereses que decorar la cupula del parlamento europeo.