Primero fueron los transportistas y agricultores: en menos de una semana, la huelga, o lo que eso fuera, estaba finiquitada. Supongo que a las empresas gasolineras les costará un poco más pegar el subidón del precio del gasoil y la gasolina con que siempre nos alegran las vacaciones de verano. O al menos la subida no será tan grande.
No sé lo que pasará esta noche. Imagino que si la selección española juega como hasta ahora, pasando el balón rápidamente, se impondrá al juego alemán: estos corren más, pero pasan peor.
Lo que está claro es que Zapatero y su equipo están frotándose las manos: ¿crisis?, ¿qué crisis?. Gane o pierda, el fútbol de su selección entretiene. Rajoy y los suyos no han tenido otra que sacar los puros y esperar que escampe.
Porque, además, ya está el verano aquí. La crisis con una tajá de sandía en la mano y los pies en el agua no es tanta crisis. Las cosas como son.